-Una tortuosa reunión de
oficiales.-
Por
primera vez en semanas, Rivaille se había despertado con la satisfacción de
haber descansado adecuadamente aunque, realmente, no había sido así, ya que en
la noche, después de que Eren se marchara, había tenido que terminar de recoger
todo el desorden que había causando antes de que el quinceañero apareciera
golpeando la puerta de su alcoba pero eso no le privó de saborear en sus
recuerdo el haber besado a Jaeger para luego, disfrutar el verlo como enrojecía.
Sin
embargo, el regocijo que parecía darle lo ocurrido en la noche anterior a
Rivaille se vio destripado de su cuerpo cuando un flashazo en su cabeza le recordó
el duro día que le esperaba, las reuniones con Irvin solían dejarlo demasiado
agotado y molesto y el saber que Smith, también, tenía intenciones de reunirse
en privado con Eren, fastidiaban a Levi a tal grado que chasqueó su lengua
mientras apretaba con fuerza sus puños hasta dejar los nudillos de sus manos
tan blancos como el papel porque no sabía la razón del por qué Irvin quería
reunirse con Eren.
¿Es qué
no confiaba en él?, ¿no lo conocía lo suficiente como para dejarle la libre tutoría
de Eren en sus manos?, ¿pretendía darle el cargo a Mike para que cuidase de
Eren como le había advertido en los pasillos de la corte tribunal?. Estas y
muchas más preguntas se aglomeraban en su cabeza como un enjambre de abejas que
no dejaba de zumbar en busca de una respuesta que desconocía.
Rivaille
bajó al comedor donde se encontró con Irvin y Mike conversando pero estos,
desviaron su atención hacia Levi al percatarse de su presencia.
–
¡Buenos días Rivaille!. – Saludo Irvin para acercarse a Rivaille y posicionarse
detrás del sargento, apoyando sus manos sobre los hombros de Levi. – Después
del desayuno nos reuniéremos en privado para informarte de algunos cambios que
se han propuesto en estos días en los que no he dejado de estar en juntas con
el resto de comandantes y tenientes de los otros escuadrones y el generalísimo
Dalliz para remitir un acuerdo aprobatorio para la seguridad de la humanidad. –
Le comunicaba mientras guiaba a Rivaille hasta la mesa en la que estaba sentado
Mike y obligaba a Rivaille a que tomase asiento para, luego, Irvin volver a
ocupar el lugar en el que había estado sentado hasta que llegó Levi al comedor.
– El
juicio solo fue una máscara ante la sociedad. – Afirmó Mike mientras olfateaba
el aire e indicándole a los otros dos hombres que alguien se están acercando al
comedor.
–
Después te contaré todo al respecto. Ahora, solo ocupémonos de esperar el
desayuno y degustar la valiosa comida que se prepare. – Aconsejó Irvin antes de
que Petra, Erd y los dos miembros del escuadrón de expedición que habían
escoltado a Smith entraran al comedor.
Antes
las palabras que le había dicho Irvin, Rivaille sintió como un escalofrío le
había recorrido todo el cuerpo, indicándole un mal presentimiento de todo
aquello y en especial, el futuro que se le estaba forjando a Eren sin que el
adolescente fuera completamente consciente o tuviese la opción de decidir por
él mismo lo que más le beneficiaría a su vida.
Poco a
poco fueron llegando las personas que faltaban, siendo Eren el último en
aparecer, justo cuando Petra estaba sirviendo la comida que se trataba de sopa
de cebolla y todos se percataron de la mala cara que traía el quinceañero, unas
débiles pero marcadas ojeras adornaban sus grandes ojos indicándole a todos los
presentes que Eren no había tenido una buena noche.
Rivaille
sonrió al verlo queriendo creer que el estado somnoliento de Jaeger se debía a
causa de haberlo besado y no por la charla que Irvin quería tener con él.
Además, de que su fe se acrecentó cuando el chico dio un leve respingo al
localizarlo sentado, eso alentó a Rivaille a creer sus conjetura y, también, de
que el muchacho solo tenía quince años, aún muy joven como para haber recibido
un beso de alguien y, mucho menos, el que algún hombre lo hubiese llegado a
besarlo de la misma forma que él lo había hecho ya que no podía redimir el
hecho de que Eren se había petrificado por el sorpresivo impulso que Levi tuvo
al querer besarlo, revelando que nadie más que Rivaille se había aventurado a
tener ese tipo de contacto con Jaeger, haciendo que Rivaille volviera a sentir
la misma alegría que había tenido en el momento de despertar.
El
desayuno transcurrió tranquilo, Rivaille disfrutaba de su silenciosa y secreta
felicidad, Irvin y Mike estaban hablando sobre nuevos entrenamientos que fueran
efectivos para disminuir las muertes cuando salieran al exterior aunque más
bien, Irvin era el que hablaba y Mike escuchaba atentamente agregando algún
corto comentario.
En la
otra mesa, los miembros del equipo de Rivaille se ponían al día de las
novedades de Trost gracias a los dos soldados que habían acompañando al capitán
Smith mientras que Eren solo se dedicaba a comer su desayuno sin intentar
inmiscuirse en la conversación ya que la cabeza del chico estaba sumida en otra
preocupaciones y poco le importaba los últimos rumores que circulaban entre los
ciudadanos de Trost.
Cuando
Rivaille terminó de comer le indicó a Petra que ese día se encargaría de la
cocina y la preparación de las comidas mientras le indicaba a un nervioso Eren
que debería de encargarse de la limpieza del ala oeste ya que Erd, Aurou y
Günter continuarían con su trabajo de arreglar la fachada del edificio. Después
de que Rivaille terminara de dictar las órdenes a sus hombres, se dirigió hacia
donde estaba Irvin y Mike, escuchando como el capitán Smith terminaba de
encomendar una tarea a los dos miembros de la legión de reconocimiento que los
había acompañado hasta el viejo cuartel general en el que se encontraba
Rivaille con su equipo y Eren.
–
Rivaille, vayamos a un lugar adecuado para comenzar nuestra reunión. – Le dijo
Irvin a Levi cuando terminó de hablarle a los dos hombres que lo acompañaron
como escolta.
– Por
aquí. – Fueron las palabras de Rivaille antes de comenzar a caminar siendo
seguido por Irvin y Mike hasta uno de los despachos de esa ala.
Los
tres hombres entraron al espacioso cuarto, cerrando la puerta detrás de su
ingreso e Irvin se dirigió hasta la silla detrás de la antigua mesa de madera
para tomar asiento mientras que Mike se dirigió con aura desinteresada a una de
las estanterías repletas de libros donde comenzó a husmear siendo que Rivaille
se dispusiera a tomar asiento en una de las dos sillas frente a la mesa que en
ese momento Irvin estaba rigiendo.
– Aquí
podemos hablar sin interrupciones. –Aclaró Rivaille mientras cruzaba sus
piernas.
– ¿Ha
ocurrido en estos días algún percance con Eren?. – Pregunto Irvin ansioso y como
era de esperar, el capitán Smith siempre iba al punto clave de la situación
antes de revelar la información, un comportamiento que no solo molestaba a
Rivaille sino que en más de una ocasión lo solía confundir por no saber a qué
punto concreto quería llegar.
– Lo
has visto, aún está vivo, así que no ha ocurrido nada más que el tener que
enseñar a un mocoso como debe de hacer su trabajo. – Contestó Rivaille para
escuchar un quejido de parte de Mike que indicaba que su comentario le había
causado diversión.
– Me
alegro por ello porque lo importante es tener a Eren vivo, él es imprescindible
para nosotros. – Confesó Irvin haciendo que Levi se removiese un poco en su
lugar debido a lo molesta que le resultaron las palabras del capitán. – Dejando
esto a un lado, tengo que ponerte en conocimiento de información privilegiada y
secreta, Rivaille. – Advirtió Smith mirando al sargento a los ojos con
intensidad para hacerle entender que lo que fuera a decirle era datos clasificados
y restringidos que solo podían saber unos pocos privilegiados.
–
¡Oh!. – Exclamó Rivaille para expresar su interés hacia lo que Smith iba a
contarle.
– El
juicio que presenciaste y en el que Eren estuvo presente solo fue para decidir
que escuadrón militar se haría cargo del muchacho pero después de ello, comenzó
el verdadero juicio sobre lo que se debía hacer con Eren Jaeger. – Comenzó a
contar Irvin mientras entrelazaba sus dedos. – Los tres comandantes de las
diferentes divisiones estuvimos presente frente al juez Dalliz en las cuatro primeras
reuniones que el generalísimo Zacklay creó para valorar el nivel de
peligrosidad que supone Eren para la humanidad.
– ¿En
el juicio no se valoró eso también?. Creí que mi intervención había mostrado
que el mocoso no era violento. – Interrumpió Rivaille e Irvin sonrió con
desgana ante las palabras del sargento.
– También
lo pregunté cuando Dalliz comenzó la junta explicando la finalidad de esas
reuniones y, al parecer, tu actuación solo te denotaba como la persona más acta
para mantener bajo control a Eren. Además, de tu reputación en la legión de
exploración, eso fue uno de los principales puntos que declinó la decisión de
Dalliz para que Eren estuviese dentro del escuadrón de reconocimiento y tú
fueras el supervisor del chico. – Respondió Irvin. – En ellas se estableció que,
actualmente, Eren Jaeger representa una máxima amenaza para la humanidad porque
no es capaz de controlar su cuerpo de titán.
– ¿Lo
van a ejecutar?. – Inquirió Rivaille volviendo a removerse en su asiento debido
a las palabras de Irvin.
– Eso
sería el procedimiento rutinario para este tipo caso pero debido a la
peculiaridad que representa Eren, se le ha concedido la particularidad de “especial”.
– Aclaró Irvin. – Ya sabes que en el juicio se declaró que Eren permanecerá
bajo la supervisión de las tropas de reconocimientos hasta el próximo juicio.
Ese segundo juicio se realizará después de la próxima expedición, lo que
conlleva que deberemos entregar a Eren en la corte tribunal para que nuevamente
sea juzgado y en esta ocasión, estoy seguro que la policía militar tomaría
ventaja de lo que ocurra para obtener a Eren y cumplir con su precario objetivo,
ejecutar a Eren públicamente para seguir sobre salvando su orgullo y escudarse
en que es lo mejor para la humanidad. – Reveló con seriedad. – Nos estamos
apostando la vida de Eren Jaeger con esta expedición. – Añadió Irvin y Rivaille no pudo evitar apretar sus
puños ante la sencillez con la que pareció decirlo.
Un
silencio inundó el despacho en el que los tres hombres parecían haberse sumergido
en sus pensamientos.
– ¿Y
qué pasó en tus otras reuniones?. – Se atrevió a preguntar Rivaille recordando
que Irvin le había afirmado que había estado en más juntas con Dalliz Zacklay.
– En
esas reuniones, le pedía más tiempo a Dalliz, además, de tomar a Eren como una
fuente de aprendizaje ya que ha sido nuestra división quien a proporcionado de
valiosa información acerca de la conducta y comportamiento que tienen las
diferentes clases existentes de titanes, en su mayoría gracias a las
investigaciones de Zoe. – Habló con desganas Irvin.
– El
trabajo de Hanji nos ha aportado una gran ventaja cuando hemos tenido que
afrontar a los titanes. – Agregó Mike acercándose a la mesa para sentarse a un
lado del gran escritorio.
–
Entonces, ¿se me retirará la custodia de Eren para entregárselo a Zoe Hanji?. –
Preguntó Rivaille a Irvin ignorando las palabras de Mike.
– No.
Como ya conoces, Hanji está en plena investigación con sus dos titanes de
pruebas pero dejará esa investigación uno o dos días a la semana para realizar
algunas pruebas a Eren Jaeger y encontrar una explicación a la capacidad de que
pueda crear un cuerpo de titán de la nada, así como estudios físicos de Eren
siendo humano como cuando está en un cuerpo de titán y comprender mejor el
equilibrio que tiene esa transformación que logra hacer. Más bien, parecería
que Hanji viene aquí de visita aunque la realidad será que vendrá por trabajo. –
Respondió Irvin. – Sin embargo, tú tendrías que estar presente junto a tu
equipo por si algo sale mal durante las pruebas que la teniente Hanji estaría
realizándole a Eren. – Irvin desvió la mirada a un lado mientras deshacía la
unión que tenía sus manos. – Pero Dalliz aún está considerando esta propuesta,
a pesar, de que vamos a proceder a ella para conseguir tener datos que lleve a
considerara a Eren como un aliado y no como una amenaza. Al igual, la presión
que está ejerciendo la policía militar en Dalliz, es casi tan fuerte como mis
deseos de que Eren continúe siendo miembro del escuadrón de reconocimiento. El capitán Dawk sigue pidiendo que Eren sea
llevado directo a la muerte sin haber tenido una sentencia precaria.
– Solo
estás diciendo que Eren continua en la misma situación que al comienzo y si la
próxima expedición al exterior fallamos, Eren tendrá que ser entregado en la
corte para un nuevo juicio en el, que es más que probable, que sea sentenciado
a muerte. – Resumió sin ningún entusiasmo Rivaille en la posición que se
encontraba Jaeger.
– Sí, por esa razón he venido aquí. Necesitaba
saber que Eren a continuado su pasividad sin mostrar al titán que consigue
formar y controlar para tener un apoyo más en la defensa del muchacho. – Irvin
mostró una pequeña sonrisa. – Considero que la aparición de Eren es como una
pequeña señal para la humanidad.
–
¿Sentimentalismo?. – Inquirió Rivaille al ver la muestra de afecto que mostraba
Irvin hacia Jaeger, lo cual le molestaba que, incluso en ausencia del
adolescente, Smith mostrara ese comportamiento afable ante la mención de Eren.
– En
la última reunión regida por Dalliz no solo los capitanes de las diferentes
divisiones estuvimos presente sino también los tenientes. – Irvin siguió
contando lo que había ido a notificarle a Rivaille mientras desestimaba la
cuestión de Levi hacia su estado anímico. – En esta junta se estimó que se
debía dar unos días de luto por las innumerables victimas de lo sucedido en
Trost y permitirles descansar a los cadetes supervivientes en espera a unirse a
alguna de las divisiones. Por tanto, este año los novatos no llegarán a la
legión de reconocimiento hasta dentro de un mes y medio.
– Se
retrasará la próxima expedición al exterior debido a esta decisión. – Aportó
Mike.
– Sí
pero también me dará más tiempo para lograr convencer al generalísimo Zacklay
de la importancia de Eren para la humanidad e intentar que no nos retire la autoría
de Jaeger. – Aclaró Irvin. – Por ello, necesito que semanalmente me reportes
sobre el chico, Rivaille.
– Entiendo.
– Contestó Levi asintiendo con la cabeza ya que él tampoco deseaba que Eren
fuera ejecutado tan solo por el fracaso de una misión y darle el gusto a la
policía militar de que se saliera con la suya. – Pero… ¿y qué opina el
comandante de las fuerzas estacionarias?. – Preguntó en espera de saber que
ocurría con el escuadrón que utilizó la fuerza de titán de Eren por primera vez
a favor de la humanidad.
–
Pixis tampoco desea que se desperdicie la posibilidad de utilizar la capacidad
de Eren para beneficio de la humanidad y está en total acuerdo con nuestras
intenciones de que usemos el poder de titán de Eren Jaeger para recuperar la
muralla María pero las fuerzas estacionarias de los muros no intervendrán, no
cuenta con la suficiencia de solicitar la custodia de Eren dentro de su
división debido a que ya lo había usado antes del juicio. Creo que ha esto
podríamos denominarlo como una sanción para una de las divisiones militares. –
Comentó Irvin mientras miraba sus manos que había ido cerrando al mismo tiempo
que hablaba y, en ese instante, apretaba con fuerzas sus puños. – Ciertamente,
nos jugamos el todo por el todo y no cuentan con que los planes en el exterior
no sirven de mucho porque siempre terminamos improvisando.
– Los
muertos son los olvidados en estas situaciones. – Farfulló Rivaille
comprendiendo a que se refería Irvin al hablar sobre los imprevistos que solían
presentarse en sus expediciones y el rostro de muchas personas que había
conocido en esos años como miembro de las tropas de exploración que habían sido
devorados por los titanes.
– La
policía militar está pidiendo ayuda al rey y nobles para tener su apoyo en el
próximo juicio. – Intervino Mike que se ganó la mirada de Rivaille sobre él.
–
¡Oh!. – Exclamó Levi con apatía. – Esos cerdos suelen ser rápidos para buscar
bellotas que los engorden.
– Si
el rey interviene directamente en el próximo juicio para delegar a Eren a la
policía militar, está claro que Dalliz no podrá redimir las palabras del rey y
su actuación como juez militar será derrocada ante la presencia del rey. –
Explicó el capitán Smith mientras levantaba su cabeza para mirar a los dos hombres.
– No creo que tengamos ninguna oportunidad si eso llega a ocurrir. Con esas
circunstancias, Eren no contará con la posibilidad de que podamos ayudarlo y
siga perteneciendo a la legión de exploración.
– No
parece que haya mucha diferencia a si el juicio es presidido por Dalliz. –
Afirmó Rivaille.
– A
simple vista es posible que no sea muy diferente de si es Dalliz o el rey quien
dicté la sentencia sobre Eren pero tenemos la ventaja de probar que Eren es
necesario para la humanidad frente a Dalliz, no solo por los informes que me
reportes de Eren sino también con el análisis que llevará Hanji sobre Eren.
Pienso que Dalliz tendría en cuenta todos los datos que le ofreceríamos para
mostrar que el chico es más una ventaja para ser usado en nombre de la humanidad
que una amenaza. – Aseguró Irvin.
– El
rey está demasiado desinformado con respecto al evolutivo conocimiento de las
topas de reconocimientos sobre los titanes y Eren. Además, el comandante Dawk
aprovechará eso para presentar a Eren como un peligro inminente que la
humanidad debe deshacerse de inmediato antes de que pueda suceda una tragedia.
– Aportó Mike que se había integrado a la conversación con pequeños comentarios
hasta ese momento.
– Así
es, yo he intentado pedir en varias ocasiones audiencias con el propio rey pero
no me han sido concedidas, solo he logrado tener concilios con algunos
delegados representantes del rey y dudo mucho que mis palabras hayan logrado
alcanzar los oídos del monarca. – Recordó Irvin antes de continuar con la
reunión en el que el capitán Smith puntualizó algunos temas más de escaso interés para Rivaille y la
reunión que parecía interminable para el sargento al sentir que con cada
palabra de Irvin se volvía más aburrida terminó después de haberse cumplido la
hora del almuerzo, por lo que cuando bajaron al comedor no había nadie.
Después
de comer el cocido que Petra calentó, pues el guiso se había enfriado,
para que almorzaran Irvin, Mike y
Rivaille.
Cuando
terminaron de comer, Mike se marchó en silencio del comedor mientras que el
capitán Smith le indicó a Rivaille su deseo de saber donde se encontraba Eren
en ese instante y sin que Rivaille se pudiese negar a la orden de Irvin, Levi
lo guió hasta el ala del cuartel donde Eren se encontraba limpiando, al cual no
tardaron en encontrar.
–
Eren. – Llamó Rivaille entrando en la habitación en la que estaba Eren
terminando de limpiar.
El
adolescente no pudo evitar sobresaltarse ante el llamado al reconocer la voz
del sargento provocando que el recuerdo del beso aunado al vergonzoso sueño que
había tenido le asaltara en su cabeza a la velocidad de un relámpago.
–
¡Sargento!. – Exclamó nervioso mientras soltaba el palo de la fregona con la
que estaba limpiando el suelo para hacer el saludo militar mientras se giraba
con el rostro completamente colorado hacia Rivaille.
–
¡Vaya Levi!. Deberías de anunciarte golpeando la puerta en vez de entrar de
esta manera, no me extraña que Eren se haya sorprendido por tu inesperada
aparición. – Regañó Irvin con una sonrisa mientras caminaba hacia Eren. – Ya
puedes dejar el saludo y le había pedido a Rivaille que me trajera hasta aquí
para poder tener la charla que te había pedido ayer.
–
¿¡Ahora!?. – Se sorprendió Eren ante la petición del capitán de la legión de
reconocimiento y miró a Rivaille que parecía estar ocupado comprobando si había
dejado alguna partícula de polvo en su labor de limpieza sobre los pocos
muebles que habían en la habitación en la que estaban.
– Por
supuesto y no tienes de que preocuparte, ¿verdad Rivaille?. – Cuestionó Irvin
mirando a Rivaille con seriedad en espera de la respuesta del sargento.
Rivaille
gruñó e Irvin sonrió tomando el gruñido del sargento como la afirmación a sus
palabras para llevarse a Eren con él y tener una conversación dejando a Levi
solo en el cuarto.
–
Mocoso idiota. – Murmuró Rivaille mirando con desprecio la puerta abierta por
la que se había ido Irvin arrastrando de un brazo a Eren.
Rivaille
decidió continuar con la limpieza de esa ala del edificio que Eren no había
concluido y así, tener su mente ocupada en el trabajo que suponía el deshacerse
del poco polvo que se había acumulado en aquella zona del cuartel aunque, de
vez en cuando, no podía evitar dejar escapar un gruñido o resoplar con enfado
al saber que Irvin y Eren estaban charlando juntos en algún lugar del cuartel.
La
hora de la cena llegó y para ese momento Rivaille había terminado de limpiar la
última habitación pero antes de bajar al comedor, decidió tomarse un
compensatorio baño, el cual necesitaba.
Cuando
Levi llegó al comedor ya todos parecían estar terminando de comer pero los ojos
de Rivaille se movieron hacia la mesa en la que Eres hablaba con Irvin muy
efusivamente mientras que el capitán Smith parecía corresponder al ánimo del
quinceañero y esa imagen causó un estremecimiento en el pecho de Rivaille que
se reflejó en los grises ojos del sargento. Rivaille no solo se sentía enfadado
sino también dolido por la escena que presenciaba.
–
Levi. – Llamó Irvin al percatarse de la presencia del sargento en el comedor. –
Has llegado cuando todos ya hemos terminado de cenar. – Dijo Smith mientras se
levantaba de su silla y logrando que el rostro de Rivaille se aseverara más.
Rivaille
gruñó y se sentó en la mesa en la que se encontraba su equipo donde rápidamente
Petra le sirvió un plato con la comida que en esos momentos estaba más fría que
caliente. No obstante, Rivaille no dijo nada y comenzó a comer viendo como poco
a poco todos comenzaron a salir del comedor donde quedaron Petra y Aurou
recogiendo los platos y cubiertos sucios.
Sin
embargo, la furia de Rivaille no pareció menguar a medida que comía sin
saborear la alimentos que prácticamente estaba engullendo debido a las miles de
preguntas que volvían a surgir en su cabeza mientras la escena de un,
demasiado, alegre Eren conversando con Irvin no era lo que él esperaba
encontrar al llegar al comedor, sobre todo cuando la noche anterior le había
advertido al adolescente que no intimara demasiado con Irvin.
Rivaille
golpeó la mesa con su mano derecha antes de levantarse mientras arrastraba la silla
sin ningún cuidado para ir a la cocina a dejar su plato sucio donde Aurou aún
estaba fregando los trastes para marcharse gruñendo de allí sin responder a las
banales palabras que comenzó a pronunciar Brossard al verlo llegar a la cocina.
Contra
todo pronóstico de que Rivaille fuese a su habitación a dormir, el sargento se
dirigió al sótano y caminó apresuradamente hasta llegar frente a la puerta del
cuarto en el que Eren descansaba.
Rivaille
se quedó por unos minutos allí, frente a la puerta que separaba la habitación
del pasillo, sujetando con su mano libre el picaporte que le permitiría acceder
al cuarto mientras el candil en su otra mano alumbraba perfectamente el pasillo
en el que se encontraba.
–
¿Qué..?, ¿qué estoy haciendo?. – Se susurró así mismo al percatarse de la
situación en la que estaba mientras soltaba el picaporte para poder pasar su
mano por la cara como si estuviese intentando secarse el rostro. – Y-yo… –
Intentó responderse a si mismo antes de mirar la puerta cerrada para chasquear
la lengua y comenzar a caminar hacia su alcoba con la cabeza embotada de
preguntas a las que no encontraba respuesta de su comportamiento hacia Eren.
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