martes, 1 de agosto de 2017

L.c.d.l.s.d.t. Capítulo ~3~

-Ordenes, viaje y limpieza.-


Después de que Eren confirmara su capacidad de regenerar su cuerpo en la que Hanji había comenzado a hacer conjetura imposibles de comprender para cualquier persona, provocando que Mike e Irvin se marcharan del lugar llevándose a la mujer que se reusaba a irse, ya que el hecho de que Eren consiguiera en tan poco tiempo crear una nueva pieza dental después de que Rivaille le hubiera roto el diente, había fascinado a la teniente Zoe.

Eren se sentía incomodo al encontrarse a solas con Rivaille quien era, en ese momento, su supervisor, pues no podía hacer desaparecer el miedo que le infundía el hombre después de darle la mayor paliza que había recibido en lo que llevaba de vida.

– Eren. – Llamó Rivaille haciendo que el adolescente diera un pequeño salto en su lugar sobre el pequeño sofá en el que estaban sentados y el joven pareciera encogerse a sí mismo al sentir la mirada del sargento en él. – ¿Estas incomodo con mi presencia?.

– N-no, señor. – Contestó Eren intentando escapar de los ojos del mismo color que el acero que estaban mirándolo con intensidad.

– ¡Oh…! – Levi retiró su brazo del reposa espalda del sofá para coger con su mano el mentón de Eren. El chico se tensó, involuntariamente, aún más de lo que ya estaba por aquel contacto. – Está bien si me tienes miedo, si eso hace que estés a raya, mocoso.

– Sargento… Rivaille… – Susurró Eren sin comprender el comportamiento de su superior hacia él. – Es posible que él me… odie. – Se dijo para sí mismo Eren mientras tragaba saliva. – ¿Por qué… aceptó hacerse cargo de mí si le desagrado tanto?. – Se atrevió a preguntar Eren al sentir como Rivaille rompía el contacto que lo obligaba a verlo a la cara.

– Eren, ¿eso es lo qué piensas?. – Cuestionó sin responder a la pregunta del adolescente.

– Lo siento. – Se apresuró a disculparse creyendo que había dicho algo indebido.

– Eren, no vuelvas a pensar eso de mí. – Ordenó Rivaille antes de levantarse del sofá.

– S-sí, señor. – Respondió en voz baja y cohibición el adolescente.

– Vamos, te presentaré al resto de los miembros del equipo que yo personalmente he seleccionado y que serán, también, tus superiores a partir de ahora, mocoso. – Advirtió Levi mirando a Eren por el rabillo del ojo que asintió con la cabeza al mismo tiempo que emitía un leve gemido mientras se ponía en pie para seguirlo.

Levi llevó a Eren hasta el patio donde todos los componentes del equipo Rivaille esperaban pacientemente mientras conversaban entre ellos sobre la proximidad de la inscripción de los nuevos reclutas que obtendría el escuadrón de exploración.

– ¡Sargento!. – Exclamó Erd haciendo el signo de saludo militar al percatarse de que Rivaille se acercaba a ellos.

– ¡Sargento!. – Dijeron el resto también poniendo su mano derecha en puño sobre su pecho, justo en el lugar en el que estaba el corazón y escondiendo su mano izquierda cerrada en puño en la espalda mientras sus cuerpos tomaban una postura firme.

– Él es Eren Jaeger, tiene la capacidad de transformarse en titán y fue el que logró sellar la entrada de Trost. – Presentó Rivaille al detenerse frente a sus hombres formalmente ya que quería mostrar  a su equipo que Eren sería desde ese momento un miembro oficial del equipo y de la legión de exploración. – Desde hoy, está a mi cargo. – Declaró antes de mirar a Eren. – Él es Erd Gin ha logrado matar a catorce titanes y tiene la asistencia de treinta y dos, ella es Petra Ral tiene un número de cuarenta y seis asistencias y matado a diez titanes. – Rivaille se detuvo para comprobar de que Eren estaba prestándole atención antes de señalar a otro de los componentes de su equipo para presentárselo al joven. – Este Aurou Brossard con nueve asistencias y treinta y nueve titanes caidos. Por último, Günter Schulz ha asesinado a siete titanes y un número de cuarenta y seis asistencias. Cuando yo no esté presente te referirás a ellos como tus superiores, Eren. – Terminó Rivaille con las formalidades de las presentaciones.

– Sí, señor. – Contestó Eren.

– Iras conmigo hasta el cuartel general de la legión de reconocimiento. – Le comunicó Levi antes de mirar al resto de su equipo. – Debido a la capacidad especial de Eren, tenemos orden de partir de inmediato al antiguo cuartel de las tropas de exploración, así que no dirigiremos al cuartel de Trost solo para empacar lo esencial antes marcharnos de la ciudad. – Anunció a los presentes.

– Sí, sargento. – Respondieron al unísono antes de ir hasta donde estaban los caballos para montar y dirigirse al cuartel general de Trost perteneciente a la legión de reconocimiento.

Eren no dijo nada, solo se había limitado a seguir a Levi y subir al caballo para luego tímidamente agarrarse de los hombros de Rivaille para mantener su equilibrio pero Eren no pudo evitar sonrojarse ante ese hecho a pesar de que el hombre no le dijera nada por tomarlo como un punto de apoyo.

– Mocoso, ¿estás bien?. – Preguntó Levi al sentir como el chico había temblado ligeramente a su espalda.

– S-sí, señor. – Después de estas palabras, Rivaille no dijo nada más en el resto del camino.

Cuando llegaron al cuartel general de las tropas de reconocimiento todos dejaron sus corceles en las caballeriza mientras iban a ser sus equipajes y Rivaille había ordenado a Eren quedarse en aquel lugar, algo que el muchacho hizo no solo por el temor a volver a ser golpeado tan brutalmente sino también porque su cuerpo estaba adolorido, aún recuperándose de lo sucedido en el juicio.

– Eren. – Llamó Levi que fue el primero en llegar ya que él había preparado su equipaje antes de ir al juicio en el que Jaeger había quedado finalmente a su cargo. – Estas son tus pertenencias, las trajeron de la cantera de cadetes esta mañana y esto, es tu uniforme que te reconoce como un miembro más de las tropas de exploración. – Le entregó Rivaille a Eren las bolsas. – Ponte la capa, no es bueno que te vean los ciudadanos mientras nos dirigimos al viejo cuartel general. – Indicó para ver como Jaeger asentía con la cabeza para ponerse la capa verde con el emblema de las alas de la libertad y el adolescente se sonrojó al sentir que su sueño de pertenecer al escuadrón de expedición se había cumplido. – Ven. – Ordenó Rivaille y Eren lo siguió por las caballerizas hasta detenerse frente a uno de los establos donde estaba un corcel de pelaje marrón. – Este es Breeze*, será tu caballo a partir de este momento y más te vale cuidarlo bien. – Advirtió Rivaille con cierta aspereza.

– Sí, señor. Lo cuidaré bien. – Respondió Eren antes de acercarse al caballo para aproximar la mano con la intención de entablar un primer contacto con el animal cómo en más de una ocasión le había aconsejado Christa para que luego, el animal no lo tirará al suelo en los entrenamientos de hípica* que tenían.

Rivaille le dio una silla de montura y las riendas para el caballo a Eren y observó como terminaba de colocar el equipamiento al caballo antes de ajustar sus poco equipaje para, luego, dirigirse a la entrada.

Cuando ambos llegaron a la entrada ya todos habían llegando, así que Rivaille se apresuró a ajustar su equipaje antes de subir en la silla de su caballo y todos abandonaron el cuartel general de la legión de reconocimiento de Trost para dirigirse al antiguo cuartel general.

Levi sabía que si galopaban, llegarían en unas horas al antiguo cuartel general pero prefirió ir lento ya que si alguna persona se encontraba cerca podrían advertirla con mayor facilidad.

Debido a que la luna estaba en lo más alto del firmamento intuyó de que debían de ser media noche y Levi decidió acampar en aquel lugar, sabía que podría haber aguardado para salir temprano pero Trost no iba a ser un lugar seguro teniendo a Eren allí cuando desconocían la forma en que se transformaba en titán.

– Aurou, Günter. – Llamó Rivaille a los dos hombres. – Vayan a buscar madera para encender un fuego.

– Sí, sargento. – Dijeron a la vez para desaparecer con sus caballos en la oscuridad del bosque.

– Petra, el río a debe estar al este, no muy lejos de aquí, ve y ocúpate de llenar todas las cantimploras. – Ordenó Levi a la única mujer miembro del equipo y la cual, era la que estaba a cargo del agua.

– Sí. – Contestó Petra antes de desaparecer.

– Erd, has un reconocimiento del terreno aunque no debería haber más personas por aquí que nosotros, si ves a alguien convéncelos para que se marchen. No quiero que nadie esté por los alrededores. – Indicó Rivaille y el hombre asintió con la cabeza antes de desaparecer.

– Señor, yo… – Intentó hablar Jaeger al comprobar que su superior había establecido ya ordenes para todos pero aún no le había encomendado nada a él.

– Tú te quedas aquí. – Objetó mirando a Eren con algo de molestia, el adolescente había hablado un poco con todos los miembros de su equipo excepto con él.

– Pero yo… también quisiera ayudar a… – Intentaba convencer Eren a su superior.

– He dicho que no. – Habló en voz baja Rivaille mientras ataba las riendas de su caballo a la rama de un árbol para que no se alejara. – ¿Es qué en el entrenamiento de cadetes militares no te enseñaron lo que significa la palabra disciplina?. – Preguntó demasiado irritado antes de girarse hacia donde estaba Eren y acercarse al chico. – Me ayudarás a preparar el lugar en el que prenderemos la fogata.

– Sí, señor. – Murmuró Eren un poco apesadumbrado y recordando las palabras que Rivaille había dicho en medio del juicio ya que no quería volver a ser el blanco de la agresividad del hombre.

– Deja de llamarme señor exclusivamente, también soy sargento. Además, de que soy el que tiene toda responsabilidad ante ti, mocoso. – Escupió Levi ante la desmotivación del chico por quedarse a su lado.

– ¡Sí!. – Gritó Eren un poco alarmado al levantar su cabeza del suelo y ver que Rivaille estaba demasiado cerca de él para su asombro.

– No grites. – Regañó Rivaille antes de señalar el caballo de Eren. – Ve a asegurar a tu caballo. – Ordenó antes de de alejarse de Jaeger.

Después de que Eren atara las riendas de su caballo para que no escapara, Rivaille se encargo de ordenarle que colocara piedras de tamaños parecidos en un circulo que sería donde pondrían la madera dentro para hacer la hoguera y evitar provocar un incendio.

La primera en regresar fue Petra que sonrió divertida viendo como Rivaille dirigiendo a Eren como si se tratase un niño pequeño que necesitaba ser guiado para poder obtener  un buen trabajo pero Petra, también sabía, que si el sargento del grupo al que pertenecía en el escuadrón de reconocimiento no hacía personalmente la tarea de acondicionamiento para poder encender un fuego, seguro era porque odiaba la suciedad y la extraña obsesión de Levi por la limpieza, siempre harían que Rivaille evitara todo aquello que implicara ensuciarse.

A los pocos minutos, también regresó Erd, siendo los más rezagados Aurou y Günter, estos últimos debido a que estaban recogiendo una cantidad considerable de leños para poder hacer la hoguera que una vez creada, permanecería encendida el resto de la noche para evitar que algún animal salvaje de la zona se acercara a donde estaban ellos mientras dormían.

Cuando comenzaba a salir los rayos del sol, Rivaille se encargó de que todo su equipo estuviera nuevamente en marcha para llegar lo antes posible al viejo cuartel general de la legión de exploración y no le importó que todos tuvieran que comer un pequeño pan mientras cabalgaban, pues quería llegar lo antes posible al lugar.

Al cabo de una hora, el grupo de elite creado por Rivaille ya divisaba los tejados y las torres de la construcción que se erguía en medio del bosque.

Levi suspiró al ver que ya no faltaba mucho camino para llegar al cuartel general en desuso antes de volver su vista a Eren mientras oía como Petra le decía algo a lo que no le puso atención pero se percató de que Aurou iba a empezar a fanfarronear al hacer que su caballo se acercara a donde estaba el adolescente y Rivaille volvió a suspirar pero, en esta ocasión, con molestia.

– Ya se ve el viejo cuartel general. – Advirtió Aurou con su tono de voz arrogante antes de mirar a Eren que cabalga cerca de él. – Ese es el antiguo cuartel de las tropas de exploración aunque, en realidad no se trata de nada impresionante, solo es un viejo castillo que fue restaurado, es por eso que se ve tan majestuoso. – Aurou no dejó de mirar a Eren con desinterés. – Sin embargo, esta construcción no solo está alejada de la muralla que rodea el territorio del muro Rosa sino también de los ríos. Un completo desperdicio para las tropas de exploración aunque solo fue utilizado cuando la legión de reconocimiento se creó. ¿Quién pensaría que volveríamos a usarla para tenerte resguardado?. – Cuestionó como si se tratase de un suceso difícil de creer.

Eren al escuchar a Aurou se sintió nervioso pensando que realmente era una carga para ellos y en especial para el sargento Rivaille, por lo que giró su rostro a la retaguardia donde estaba Rivaille observándolo con severidad. En ese momento, Eren se percató que no debió de haber girado su cabeza para observar y volvió su cara al frente mientras apretaba las riendas de su caballo con fuerza mientras se sentía mucho más incomodo que ante al percatarse de que estaba siendo vigilado tan atentamente por aquel hombre, del que estaba seguro, él no le simpatizaba.

Sin embargo, Rivaille apretó con fuerza las riendas al ver como la expresión de Eren al percatarse de que lo estaba mirando fue de sorpresa mezclada con terror y al volver su rostro al frente, el adolescente parecía encogerse a sí mismo, casi como si quisiera pasar inadvertido ante sus ojos.

– No te emociones. – Advirtió Aurou acercándose a Eren hasta apoyar una de sus manos en el hombro de Jaeger sin percatarse de que estaba siendo observado con disgusto por su superior.

– ¿¡Eh…!? – Habló confundido Eren y más incomodo al sentir como aquel hombre invadía su espacio.

– Puede que no conozca cómo haces ese truco del titán pero no permitiremos que el sargento Rivaille esté atento a ti como si fuera tu niñera personal… – No pudo continuar con la amenaza Brossard al morderse la lengua fuertemente a causa de que su caballo resbaló con uno de sus cascos sobre la superficie maltrecha y pedregosa. – ¡Augh…! – Gritó adolorido Aurou sintiendo como su lengua sangraba debido al corte proporcionado por sus dientes.

– ¡Deténganse!. – Ordenó Rivaille antes de desmontar a su caballo. – Petra asiste a Aurou con su herida. – Miró alrededor a sabiendas de que el lugar al que se dirigía ya estaba a unos metros. – Descansaremos aquí un poco mientras Aurou se recupera de su accidente. – Indicó antes de acercarse a Eren que estaba desmontando a su corcel. – ¿Te encuentras bien?. – Preguntó preocupado aunque su tono no lo mostró.

– S-sí… – Murmuró el adolescente aún impactado por el repentino accidente.

Rivaille buscó en su bolsillo para sacar un pañuelo inmaculadamente blanco que le tendió a Eren.

– Límpiate. – Ordenó mientras que Eren cogía el pañuelo con desconcierto. – Tienes la cara manchada de sangre. – Le dijo al ver que no se había percatado de que Aurou le había salpicado sangre en el rostro.

– Gracias… – Murmuró el más joven del grupo comenzando a limpiarse la sangre del rostro.

– Pronto te acostumbrarás a los accidentes de Aurou. – Comentó Rivaille mirando como Petra hacía su trabajo mientras que Erd parecía entretenido charlando con Günter. – Es impredecible saber cuándo sufrirá uno de sus accidentes. – Murmuró refiriéndose a Brossard, de que ya el resto de miembros estaba acostumbrado a ese tipo de sucesos.

– Sargento… – Eren iba a preguntarle a Rivaille en ese momento el por qué de su decisión de hacerse cargo de él cuando parecía que todo los indicios indicaba que su presencia ahí no era grata pero decidió callar, sintiendo que no debía de formular esa pregunta, que quizás estaba cometiendo un grave error si no moderaba sus impulsos, ya no era un cadete sino un miembro oficial del cuerpo de reconocimiento aunque no hubiese ingresado al escuadrón de exploración a como había pensado en un principio.

– Eren. – Llamó Rivaille indicándole al adolescente que estaba esperando a que le dijera lo que tenía que expresar.

– Haré todo lo posible para que mi fuerza y poder esté en posición de sus manos y la humanidad. Me esforzaré al máximo, señor. – Contestó Eren aunque sabía que no eran necesarias aquellas palabras pero fue lo primero que pasó por su cabeza después de recapacitar en si debía poner en conocimiento a Levi sobre su duda.

– ¡Oh…! – Exclamó Rivaille con su voz carente de emociones. – Eso espero, mocoso. – Aseguró antes de caminar hacia Aurou para confirmar que ya estaba mejor y volver a retomar el camino.

Eren no pudo apartar la mirada de Rivaille hasta que escuchó que el descanso se había acabado, entonces miró el pañuelo sucio con la sangre con el que se había limpiado la cara pensando en que su superior no era tan malo como había pensado en un comienzo, también de que debía de devolverle el pañuelo pero lo haría cuando le hubiese quitado las manchas de sangre.

El grupo no tardó en llegar al viejo cuartel general perteneciente a las tropas de expedición, percatándose a primera vista de que el lugar no había sido ocupado en mucho tiempo, pues la maleza crecía en el interior del patio adoquinado y las enredaderas trepaban descontroladamente por las paredes del castillo, incluso, llegando a esconder algunas puertas que daban acceso al interior de alguna habitación del enorme edificio.

Todos los miembros del equipo Rivaille no dudaron en desmontar sus caballos para valorar el trabajo de limpieza que tendrían que realizar y asegurando sus corceles en algunos arbustos que habían crecido en el patio ya que los establos estaban inutilizados e invadidos por las plantas.

Rivaille dejó a su corcel y observó a todos los componentes que estaban bajo su cargo, Petra y Aurou estaban discutiendo como era habitual, Eren estaba bajando su equipaje de su caballo mientras que Günter y Erd parecían estar haciendo una valoración del terreno y el edificio, así que Levi decidió acercarse a ellos.

– Está todo cubierto de plantas y no se ve confortable. – Dijo con desagrado Günter mirando la edificación ante él.

– No ha sido utilizado desde hace mucho tiempo y, probablemente, el interior esté lleno de polvo. – Pronosticó Erd, también mirando el castillo.

– Eso es un problema que hay que resolver de inmediato. – Interrumpió Rivaille al escuchar a los dos hombres frente a él. – Petra, Aurou, Eren, acérquense. – Ordenó Rivaille haciendo que todos los componentes de su equipo se acercaran a él. – Debemos dividirnos para poder convertir este lugar en un sitio apropiado. – Anunció antes de mirar a su derecha. – Aurou tú te encargarás de limpiar los establos con Eren pero esto no os llevará mucho tiempo, así que Aurou ayudarás a Günter y Erd a limpiar los ventanales usando vuestros equipos de maniobras tridimensionales cuando termines y Eren nos ayudará a Petra y a mí con la limpieza interior del cuartel general. – Ordenó la formación y los deberes de cada uno de los miembros.

– P-pero no hemos comido nada desde la mañana. – Recordó Petra con algo de vergüenza.

– No comeremos nada hasta la noche. – Informó Rivaille con desagrado.

– Sí, sargento. – Contestaron todos antes de que Aurou se marchara arrastrando a Eren con el que seguía fanfarroneando y Erd junto a Günter fueron a equiparse su 3DMG* antes de buscar los útiles y agua con los que limpiar las enormes cristaleras del castillo.

– Petra, primero limpiaremos la cocina y el comedor. Luego, no ocuparemos de limpiar las habitaciones que ocuparemos, este cuartel es demasiado grande como para poder ser limpiado de un solo día por solo seis personas. – Aclaró Rivaille antes de adentrarse con la mujer al edificio mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo que no dudó en colocarse en forma de sombrero para evitar que el polvo lo ensuciara de la misma manera que sacó otro pañuelo para ponerse como una mascarilla y evitar respirar el aire sucio.

Rivaille y Petra no tardaron en encontrar los enseres de limpieza, comprobando que también las tuberías que llevaban el agua hasta el viejo cuartel de las tropas de exploración funcionaban perfectamente llevando agua ya que el viejo pozo que había se había secado desde hacía mucho tiempo antes de que se hicieran las reformas al edificio.

Cuando Eren apareció para ayudar a sus superiores, Rivaille y Petra se dirigían al piso superior para limpiar las habitaciones, en ese momento habían terminado de limpiar el comedor.

– Eren, ayudarás a Petra a limpiar las habitaciones del piso superior. Yo comenzaré a limpiar las habitaciones de este piso, cuando terminéis informarme de ello. – Ordenó Rivaille.

– Sí, sargento. – Respondieron al unisonó antes de subir la escalera dejando a Rivaille solo en aquel piso.

El ocaso estaría apuntó de presentarse pero aún el cielo continuaba siendo azul y Levi había conseguido acondicionar cuatro habitaciones cuando Eren apareció.

– Sargento, ya hemos terminado de limpiar las habitaciones del piso superior. – Habló con cierto nerviosismo. – Yo… ¿quisiera saber dónde voy a dormir?. – Preguntó un poco preocupado Eren.

– Dormirás en un cuarto del sótano. – Respondió Rivaille mientras apartaba el pañuelo que utilizaba de mascarilla de su rostro.

– ¿Otra vez… en el sótano?. – Inquirió en tono decepcionado el adolescente.

– Es obvio, podrías transformarte inconscientemente mientras duerme y el mejor lugar para poderte contener será bajo tierra. – Advirtió Levi. – Era una de las condiciones que se presentó en el juicio para que puedas estar con la legión de exploración. – Explicó para hacerle entender a Eren antes de salir de la habitación y encontrándose con Petra en el pasillo, quien le sonrió como habitualmente hacía a pesar de que él la ignoró.

Rivaille entró en la primera habitación y se aproximó a una estantería antes de pasar uno de sus dedos por la superficie del mueble donde al retirar su digitó pudo apreciar que aún quedaban restos de suciedad y aquello le hizo fruncir el ceño porque era cierto que parecía estar limpia pero estaba claro que no era así.

Nuevamente, Levi bajó las escaleras para comunicarle a Eren de que debería de volver a limpiar los cuartos, no lo había hecho bien pero a medida que se aproximaba podía escuchar las voces de Eren y Petra conversando.

– No lo sé con seguridad pero dicen que lo obligaron a unirse a las tropas de exploración por órdenes del capitán Irvin. – Comentó Petra haciendo que Rivaille apretara los puños al percatarse de que estaban especulando sobre su pasado, no es que le fuera algo nuevo pero no era de su agrado ser parte de los rumores.

– ¿El capitán Irvin?. – Repitió el Eren confundido pero antes de que Eren preguntara algo más o Petra hablando sobre él, intervino apareciendo en la habitación.

– Eren, la habitaciones no están bien limpias. Tienes que volver a limpiarlo todo. – Ordenó con apatía Rivaille.

– Sí, señor. – Respondió antes de salir corriendo dejando a Petra y Levi solos en aquel cuarto.

– Petra. – Llamó a la mujer que estaba barriendo nerviosamente. – Ocúpate de hacer tu trabajo y no de ir esparciendo rumores sobre mí. – Aconsejó Rivaille haciéndole saber a la chica que había escuchado lo suficiente y no le agradaba ese tipo de actos.

– Sí, sargento. No volverá a ocurrir. – Se apresuró a hablar Petra antes de salir de la habitación.

La noche llegó y muchas de las alcobas ya estaban limpias, además, de que las pertenecías de los miembros del equipo de Rivaille estaban acomodadas en diferentes cuarto pero aún nadie había bajado al sótano para limpiar el cuarto para Eren y en ese momento, nadie pareció preocuparse.

Günter se había ocupado de preparar la comida y estaban terminando de cenar. A medida de que cada uno de los presentes terminaba se iban del comedor para ir a dormir en sus respectivas habitaciones.

– Eren. – Llamó Rivaille mirando al joven que a pesar de haber terminado de comer aún continuaba sentado a la mesa. – Vamos al sótano. – El adolescente no dijo nada y solo se limitó a asentir con la cabeza antes de seguir al sargento y descender las escaleras que los llevaría al sótano.

Rivaille alumbraba con ayuda de una lámpara de aceite la penumbra.

Cuando las escaleras terminaron, Levi se dirigió a la primera puerta que encontró, allí había una cama pero todo estaba demasiado polvoriento como para que alguien pudiese dormir en el lugar esa noche. Incluso, si Eren no era del todo humano no merecía dormir en un lugar tan poco afable.

– Aquí hay mucho trabajo. – Farfulló antes de girarse hacia Eren. – Trae los enseres de limpieza, te ayudaré a limpiar este sitio. – Reveló.

– Sí. – Contestó brevemente Jaeger antes de subir las escaleras alumbrado con la llama de una vela cuando volvió Rivaille ya estaba listo para limpiar aquel cuarto que iba a tener que ocupar.


Aclaración de  los términos:

* Breeze: Esta palabra alemana significa brisa. Debido a que no sé cómo se llama el caballo de Eren he decididito que tenga este nombre pero si alguien sabe el nombre del corcel, pues agradecería que me lo comunicarais para ponerle el nombre correspondiente.

*Hípica: Se trata de montar a caballo, también se llama hípica al deporte de carreras de caballos ya sea con o sin obstáculos, concursos de saltos de caballos y etc.

*3DMG: Se trata de la abreviatura de equipo tridimensional.

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