-Ordenes, viaje y limpieza.-
Después
de que Eren confirmara su capacidad de regenerar su cuerpo en la que Hanji
había comenzado a hacer conjetura imposibles de comprender para cualquier
persona, provocando que Mike e Irvin se marcharan del lugar llevándose a la
mujer que se reusaba a irse, ya que el hecho de que Eren consiguiera en tan
poco tiempo crear una nueva pieza dental después de que Rivaille le hubiera
roto el diente, había fascinado a la teniente Zoe.
Eren
se sentía incomodo al encontrarse a solas con Rivaille quien era, en ese
momento, su supervisor, pues no podía hacer desaparecer el miedo que le
infundía el hombre después de darle la mayor paliza que había recibido en lo
que llevaba de vida.
–
Eren. – Llamó Rivaille haciendo que el adolescente diera un pequeño salto en su
lugar sobre el pequeño sofá en el que estaban sentados y el joven pareciera
encogerse a sí mismo al sentir la mirada del sargento en él. – ¿Estas incomodo
con mi presencia?.
– N-no,
señor. – Contestó Eren intentando escapar de los ojos del mismo color que el
acero que estaban mirándolo con intensidad.
–
¡Oh…! – Levi retiró su brazo del reposa espalda del sofá para coger con su mano
el mentón de Eren. El chico se tensó, involuntariamente, aún más de lo que ya
estaba por aquel contacto. – Está bien si me tienes miedo, si eso hace que estés
a raya, mocoso.
–
Sargento… Rivaille… – Susurró Eren sin comprender el comportamiento de su
superior hacia él. – Es posible que él me… odie. – Se dijo para sí mismo Eren
mientras tragaba saliva. – ¿Por qué… aceptó hacerse cargo de mí si le desagrado
tanto?. – Se atrevió a preguntar Eren al sentir como Rivaille rompía el
contacto que lo obligaba a verlo a la cara.
– Eren,
¿eso es lo qué piensas?. – Cuestionó sin responder a la pregunta del
adolescente.
– Lo
siento. – Se apresuró a disculparse creyendo que había dicho algo indebido.
–
Eren, no vuelvas a pensar eso de mí. – Ordenó Rivaille antes de levantarse del
sofá.
– S-sí,
señor. – Respondió en voz baja y cohibición el adolescente.
– Vamos,
te presentaré al resto de los miembros del equipo que yo personalmente he
seleccionado y que serán, también, tus superiores a partir de ahora, mocoso. –
Advirtió Levi mirando a Eren por el rabillo del ojo que asintió con la cabeza
al mismo tiempo que emitía un leve gemido mientras se ponía en pie para
seguirlo.
Levi
llevó a Eren hasta el patio donde todos los componentes del equipo Rivaille
esperaban pacientemente mientras conversaban entre ellos sobre la proximidad de
la inscripción de los nuevos reclutas que obtendría el escuadrón de
exploración.
–
¡Sargento!. – Exclamó Erd haciendo el signo de saludo militar al percatarse de
que Rivaille se acercaba a ellos.
–
¡Sargento!. – Dijeron el resto también poniendo su mano derecha en puño sobre
su pecho, justo en el lugar en el que estaba el corazón y escondiendo su mano
izquierda cerrada en puño en la espalda mientras sus cuerpos tomaban una
postura firme.
– Él
es Eren Jaeger, tiene la capacidad de transformarse en titán y fue el que logró
sellar la entrada de Trost. – Presentó Rivaille al detenerse frente a sus
hombres formalmente ya que quería mostrar
a su equipo que Eren sería desde ese momento un miembro oficial del
equipo y de la legión de exploración. – Desde hoy, está a mi cargo. – Declaró
antes de mirar a Eren. – Él es Erd Gin ha logrado matar a catorce titanes y tiene
la asistencia de treinta y dos, ella es Petra Ral tiene un número de cuarenta y
seis asistencias y matado a diez titanes. – Rivaille se detuvo para comprobar
de que Eren estaba prestándole atención antes de señalar a otro de los
componentes de su equipo para presentárselo al joven. – Este Aurou Brossard con
nueve asistencias y treinta y nueve titanes caidos. Por último, Günter Schulz ha
asesinado a siete titanes y un número de cuarenta y seis asistencias. Cuando yo
no esté presente te referirás a ellos como tus superiores, Eren. – Terminó
Rivaille con las formalidades de las presentaciones.
– Sí,
señor. – Contestó Eren.
– Iras
conmigo hasta el cuartel general de la legión de reconocimiento. – Le comunicó Levi
antes de mirar al resto de su equipo. – Debido a la capacidad especial de Eren,
tenemos orden de partir de inmediato al antiguo cuartel de las tropas de
exploración, así que no dirigiremos al cuartel de Trost solo para empacar lo
esencial antes marcharnos de la ciudad. – Anunció a los presentes.
– Sí,
sargento. – Respondieron al unísono antes de ir hasta donde estaban los
caballos para montar y dirigirse al cuartel general de Trost perteneciente a la
legión de reconocimiento.
Eren
no dijo nada, solo se había limitado a seguir a Levi y subir al caballo para
luego tímidamente agarrarse de los hombros de Rivaille para mantener su
equilibrio pero Eren no pudo evitar sonrojarse ante ese hecho a pesar de que el
hombre no le dijera nada por tomarlo como un punto de apoyo.
–
Mocoso, ¿estás bien?. – Preguntó Levi al sentir como el chico había temblado
ligeramente a su espalda.
– S-sí,
señor. – Después de estas palabras, Rivaille no dijo nada más en el resto del
camino.
Cuando
llegaron al cuartel general de las tropas de reconocimiento todos dejaron sus corceles
en las caballeriza mientras iban a ser sus equipajes y Rivaille había ordenado
a Eren quedarse en aquel lugar, algo que el muchacho hizo no solo por el temor
a volver a ser golpeado tan brutalmente sino también porque su cuerpo estaba
adolorido, aún recuperándose de lo sucedido en el juicio.
–
Eren. – Llamó Levi que fue el primero en llegar ya que él había preparado su
equipaje antes de ir al juicio en el que Jaeger había quedado finalmente a su
cargo. – Estas son tus pertenencias, las trajeron de la cantera de cadetes esta
mañana y esto, es tu uniforme que te reconoce como un miembro más de las tropas
de exploración. – Le entregó Rivaille a Eren las bolsas. – Ponte la capa, no es
bueno que te vean los ciudadanos mientras nos dirigimos al viejo cuartel
general. – Indicó para ver como Jaeger asentía con la cabeza para ponerse la
capa verde con el emblema de las alas de la libertad y el adolescente se
sonrojó al sentir que su sueño de pertenecer al escuadrón de expedición se
había cumplido. – Ven. – Ordenó Rivaille y Eren lo siguió por las caballerizas
hasta detenerse frente a uno de los establos donde estaba un corcel de pelaje
marrón. – Este es Breeze*, será tu caballo a partir de este momento y más te
vale cuidarlo bien. – Advirtió Rivaille con cierta aspereza.
– Sí,
señor. Lo cuidaré bien. – Respondió Eren antes de acercarse al caballo para aproximar
la mano con la intención de entablar un primer contacto con el animal cómo en
más de una ocasión le había aconsejado Christa para que luego, el animal no lo
tirará al suelo en los entrenamientos de hípica* que tenían.
Rivaille
le dio una silla de montura y las riendas para el caballo a Eren y observó como
terminaba de colocar el equipamiento al caballo antes de ajustar sus poco
equipaje para, luego, dirigirse a la entrada.
Cuando
ambos llegaron a la entrada ya todos habían llegando, así que Rivaille se
apresuró a ajustar su equipaje antes de subir en la silla de su caballo y todos
abandonaron el cuartel general de la legión de reconocimiento de Trost para
dirigirse al antiguo cuartel general.
Levi
sabía que si galopaban, llegarían en unas horas al antiguo cuartel general pero
prefirió ir lento ya que si alguna persona se encontraba cerca podrían advertirla
con mayor facilidad.
Debido
a que la luna estaba en lo más alto del firmamento intuyó de que debían de ser
media noche y Levi decidió acampar en aquel lugar, sabía que podría haber
aguardado para salir temprano pero Trost no iba a ser un lugar seguro teniendo
a Eren allí cuando desconocían la forma en que se transformaba en titán.
–
Aurou, Günter. – Llamó Rivaille a los dos hombres. – Vayan a buscar madera para
encender un fuego.
– Sí,
sargento. – Dijeron a la vez para desaparecer con sus caballos en la oscuridad
del bosque.
–
Petra, el río a debe estar al este, no muy lejos de aquí, ve y ocúpate de
llenar todas las cantimploras. – Ordenó Levi a la única mujer miembro del
equipo y la cual, era la que estaba a cargo del agua.
– Sí.
– Contestó Petra antes de desaparecer.
– Erd,
has un reconocimiento del terreno aunque no debería haber más personas por aquí
que nosotros, si ves a alguien convéncelos para que se marchen. No quiero que
nadie esté por los alrededores. – Indicó Rivaille y el hombre asintió con la
cabeza antes de desaparecer.
–
Señor, yo… – Intentó hablar Jaeger al comprobar que su superior había
establecido ya ordenes para todos pero aún no le había encomendado nada a él.
– Tú
te quedas aquí. – Objetó mirando a Eren con algo de molestia, el adolescente
había hablado un poco con todos los miembros de su equipo excepto con él.
– Pero
yo… también quisiera ayudar a… – Intentaba convencer Eren a su superior.
– He
dicho que no. – Habló en voz baja Rivaille mientras ataba las riendas de su
caballo a la rama de un árbol para que no se alejara. – ¿Es qué en el
entrenamiento de cadetes militares no te enseñaron lo que significa la palabra
disciplina?. – Preguntó demasiado irritado antes de girarse hacia donde estaba
Eren y acercarse al chico. – Me ayudarás a preparar el lugar en el que
prenderemos la fogata.
– Sí,
señor. – Murmuró Eren un poco apesadumbrado y recordando las palabras que
Rivaille había dicho en medio del juicio ya que no quería volver a ser el
blanco de la agresividad del hombre.
– Deja
de llamarme señor exclusivamente, también soy sargento. Además, de que soy el
que tiene toda responsabilidad ante ti, mocoso. – Escupió Levi ante la
desmotivación del chico por quedarse a su lado.
–
¡Sí!. – Gritó Eren un poco alarmado al levantar su cabeza del suelo y ver que
Rivaille estaba demasiado cerca de él para su asombro.
– No
grites. – Regañó Rivaille antes de señalar el caballo de Eren. – Ve a asegurar
a tu caballo. – Ordenó antes de de alejarse de Jaeger.
Después
de que Eren atara las riendas de su caballo para que no escapara, Rivaille se
encargo de ordenarle que colocara piedras de tamaños parecidos en un circulo
que sería donde pondrían la madera dentro para hacer la hoguera y evitar
provocar un incendio.
La
primera en regresar fue Petra que sonrió divertida viendo como Rivaille
dirigiendo a Eren como si se tratase un niño pequeño que necesitaba ser guiado
para poder obtener un buen trabajo pero
Petra, también sabía, que si el sargento del grupo al que pertenecía en el escuadrón
de reconocimiento no hacía personalmente la tarea de acondicionamiento para
poder encender un fuego, seguro era porque odiaba la suciedad y la extraña obsesión
de Levi por la limpieza, siempre harían que Rivaille evitara todo aquello que
implicara ensuciarse.
A los
pocos minutos, también regresó Erd, siendo los más rezagados Aurou y Günter,
estos últimos debido a que estaban recogiendo una cantidad considerable de
leños para poder hacer la hoguera que una vez creada, permanecería encendida el
resto de la noche para evitar que algún animal salvaje de la zona se acercara a
donde estaban ellos mientras dormían.
Cuando
comenzaba a salir los rayos del sol, Rivaille se encargó de que todo su equipo
estuviera nuevamente en marcha para llegar lo antes posible al viejo cuartel
general de la legión de exploración y no le importó que todos tuvieran que
comer un pequeño pan mientras cabalgaban, pues quería llegar lo antes posible
al lugar.
Al
cabo de una hora, el grupo de elite creado por Rivaille ya divisaba los tejados
y las torres de la construcción que se erguía en medio del bosque.
Levi
suspiró al ver que ya no faltaba mucho camino para llegar al cuartel general en
desuso antes de volver su vista a Eren mientras oía como Petra le decía algo a
lo que no le puso atención pero se percató de que Aurou iba a empezar a
fanfarronear al hacer que su caballo se acercara a donde estaba el adolescente
y Rivaille volvió a suspirar pero, en esta ocasión, con molestia.
– Ya
se ve el viejo cuartel general. – Advirtió Aurou con su tono de voz arrogante
antes de mirar a Eren que cabalga cerca de él. – Ese es el antiguo cuartel de
las tropas de exploración aunque, en realidad no se trata de nada
impresionante, solo es un viejo castillo que fue restaurado, es por eso que se
ve tan majestuoso. – Aurou no dejó de mirar a Eren con desinterés. – Sin
embargo, esta construcción no solo está alejada de la muralla que rodea el
territorio del muro Rosa sino también de los ríos. Un completo desperdicio para
las tropas de exploración aunque solo fue utilizado cuando la legión de
reconocimiento se creó. ¿Quién pensaría que volveríamos a usarla para tenerte
resguardado?. – Cuestionó como si se tratase de un suceso difícil de creer.
Eren
al escuchar a Aurou se sintió nervioso pensando que realmente era una carga
para ellos y en especial para el sargento Rivaille, por lo que giró su rostro a
la retaguardia donde estaba Rivaille observándolo con severidad. En ese
momento, Eren se percató que no debió de haber girado su cabeza para observar y
volvió su cara al frente mientras apretaba las riendas de su caballo con fuerza
mientras se sentía mucho más incomodo que ante al percatarse de que estaba
siendo vigilado tan atentamente por aquel hombre, del que estaba seguro, él no
le simpatizaba.
Sin
embargo, Rivaille apretó con fuerza las riendas al ver como la expresión de
Eren al percatarse de que lo estaba mirando fue de sorpresa mezclada con terror
y al volver su rostro al frente, el adolescente parecía encogerse a sí mismo,
casi como si quisiera pasar inadvertido ante sus ojos.
– No
te emociones. – Advirtió Aurou acercándose a Eren hasta apoyar una de sus manos
en el hombro de Jaeger sin percatarse de que estaba siendo observado con
disgusto por su superior.
–
¿¡Eh…!? – Habló confundido Eren y más incomodo al sentir como aquel hombre
invadía su espacio.
–
Puede que no conozca cómo haces ese truco del titán pero no permitiremos que el
sargento Rivaille esté atento a ti como si fuera tu niñera personal… – No pudo
continuar con la amenaza Brossard al morderse la lengua fuertemente a causa de
que su caballo resbaló con uno de sus cascos sobre la superficie maltrecha y
pedregosa. – ¡Augh…! – Gritó adolorido Aurou sintiendo como su lengua sangraba
debido al corte proporcionado por sus dientes.
– ¡Deténganse!.
– Ordenó Rivaille antes de desmontar a su caballo. – Petra asiste a Aurou con
su herida. – Miró alrededor a sabiendas de que el lugar al que se dirigía ya
estaba a unos metros. – Descansaremos aquí un poco mientras Aurou se recupera
de su accidente. – Indicó antes de acercarse a Eren que estaba desmontando a su
corcel. – ¿Te encuentras bien?. – Preguntó preocupado aunque su tono no lo
mostró.
– S-sí…
– Murmuró el adolescente aún impactado por el repentino accidente.
Rivaille
buscó en su bolsillo para sacar un pañuelo inmaculadamente blanco que le tendió
a Eren.
– Límpiate.
– Ordenó mientras que Eren cogía el pañuelo con desconcierto. – Tienes la cara
manchada de sangre. – Le dijo al ver que no se había percatado de que Aurou le había
salpicado sangre en el rostro.
–
Gracias… – Murmuró el más joven del grupo comenzando a limpiarse la sangre del
rostro.
–
Pronto te acostumbrarás a los accidentes de Aurou. – Comentó Rivaille mirando
como Petra hacía su trabajo mientras que Erd parecía entretenido charlando con
Günter. – Es impredecible saber cuándo sufrirá uno de sus accidentes. – Murmuró
refiriéndose a Brossard, de que ya el resto de miembros estaba acostumbrado a
ese tipo de sucesos.
–
Sargento… – Eren iba a preguntarle a Rivaille en ese momento el por qué de su
decisión de hacerse cargo de él cuando parecía que todo los indicios indicaba
que su presencia ahí no era grata pero decidió callar, sintiendo que no debía
de formular esa pregunta, que quizás estaba cometiendo un grave error si no
moderaba sus impulsos, ya no era un cadete sino un miembro oficial del cuerpo
de reconocimiento aunque no hubiese ingresado al escuadrón de exploración a
como había pensado en un principio.
–
Eren. – Llamó Rivaille indicándole al adolescente que estaba esperando a que le
dijera lo que tenía que expresar.
– Haré
todo lo posible para que mi fuerza y poder esté en posición de sus manos y la
humanidad. Me esforzaré al máximo, señor. – Contestó Eren aunque sabía que no
eran necesarias aquellas palabras pero fue lo primero que pasó por su cabeza
después de recapacitar en si debía poner en conocimiento a Levi sobre su duda.
–
¡Oh…! – Exclamó Rivaille con su voz carente de emociones. – Eso espero, mocoso.
– Aseguró antes de caminar hacia Aurou para confirmar que ya estaba mejor y
volver a retomar el camino.
Eren
no pudo apartar la mirada de Rivaille hasta que escuchó que el descanso se
había acabado, entonces miró el pañuelo sucio con la sangre con el que se había
limpiado la cara pensando en que su superior no era tan malo como había pensado
en un comienzo, también de que debía de devolverle el pañuelo pero lo haría
cuando le hubiese quitado las manchas de sangre.
El
grupo no tardó en llegar al viejo cuartel general perteneciente a las tropas de
expedición, percatándose a primera vista de que el lugar no había sido ocupado
en mucho tiempo, pues la maleza crecía en el interior del patio adoquinado y
las enredaderas trepaban descontroladamente por las paredes del castillo,
incluso, llegando a esconder algunas puertas que daban acceso al interior de
alguna habitación del enorme edificio.
Todos
los miembros del equipo Rivaille no dudaron en desmontar sus caballos para
valorar el trabajo de limpieza que tendrían que realizar y asegurando sus
corceles en algunos arbustos que habían crecido en el patio ya que los establos
estaban inutilizados e invadidos por las plantas.
Rivaille
dejó a su corcel y observó a todos los componentes que estaban bajo su cargo,
Petra y Aurou estaban discutiendo como era habitual, Eren estaba bajando su
equipaje de su caballo mientras que Günter y Erd parecían estar haciendo una
valoración del terreno y el edificio, así que Levi decidió acercarse a ellos.
– Está
todo cubierto de plantas y no se ve confortable. – Dijo con desagrado Günter
mirando la edificación ante él.
– No
ha sido utilizado desde hace mucho tiempo y, probablemente, el interior esté
lleno de polvo. – Pronosticó Erd, también mirando el castillo.
– Eso
es un problema que hay que resolver de inmediato. – Interrumpió Rivaille al
escuchar a los dos hombres frente a él. – Petra, Aurou, Eren, acérquense. –
Ordenó Rivaille haciendo que todos los componentes de su equipo se acercaran a
él. – Debemos dividirnos para poder convertir este lugar en un sitio apropiado.
– Anunció antes de mirar a su derecha. – Aurou tú te encargarás de limpiar los
establos con Eren pero esto no os llevará mucho tiempo, así que Aurou ayudarás
a Günter y Erd a limpiar los ventanales usando vuestros equipos de maniobras
tridimensionales cuando termines y Eren nos ayudará a Petra y a mí con la
limpieza interior del cuartel general. – Ordenó la formación y los deberes de
cada uno de los miembros.
– P-pero
no hemos comido nada desde la mañana. – Recordó Petra con algo de vergüenza.
– No
comeremos nada hasta la noche. – Informó Rivaille con desagrado.
– Sí,
sargento. – Contestaron todos antes de que Aurou se marchara arrastrando a Eren
con el que seguía fanfarroneando y Erd junto a Günter fueron a equiparse su 3DMG*
antes de buscar los útiles y agua con los que limpiar las enormes cristaleras
del castillo.
–
Petra, primero limpiaremos la cocina y el comedor. Luego, no ocuparemos de
limpiar las habitaciones que ocuparemos, este cuartel es demasiado grande como
para poder ser limpiado de un solo día por solo seis personas. – Aclaró
Rivaille antes de adentrarse con la mujer al edificio mientras sacaba un
pañuelo de su bolsillo que no dudó en colocarse en forma de sombrero para
evitar que el polvo lo ensuciara de la misma manera que sacó otro pañuelo para
ponerse como una mascarilla y evitar respirar el aire sucio.
Rivaille
y Petra no tardaron en encontrar los enseres de limpieza, comprobando que
también las tuberías que llevaban el agua hasta el viejo cuartel de las tropas
de exploración funcionaban perfectamente llevando agua ya que el viejo pozo que
había se había secado desde hacía mucho tiempo antes de que se hicieran las
reformas al edificio.
Cuando
Eren apareció para ayudar a sus superiores, Rivaille y Petra se dirigían al
piso superior para limpiar las habitaciones, en ese momento habían terminado de
limpiar el comedor.
–
Eren, ayudarás a Petra a limpiar las habitaciones del piso superior. Yo
comenzaré a limpiar las habitaciones de este piso, cuando terminéis informarme
de ello. – Ordenó Rivaille.
– Sí,
sargento. – Respondieron al unisonó antes de subir la escalera dejando a Rivaille
solo en aquel piso.
El
ocaso estaría apuntó de presentarse pero aún el cielo continuaba siendo azul y
Levi había conseguido acondicionar cuatro habitaciones cuando Eren apareció.
–
Sargento, ya hemos terminado de limpiar las habitaciones del piso superior. –
Habló con cierto nerviosismo. – Yo… ¿quisiera saber dónde voy a dormir?. –
Preguntó un poco preocupado Eren.
–
Dormirás en un cuarto del sótano. – Respondió Rivaille mientras apartaba el
pañuelo que utilizaba de mascarilla de su rostro.
–
¿Otra vez… en el sótano?. – Inquirió en tono decepcionado el adolescente.
– Es
obvio, podrías transformarte inconscientemente mientras duerme y el mejor lugar
para poderte contener será bajo tierra. – Advirtió Levi. – Era una de las
condiciones que se presentó en el juicio para que puedas estar con la legión de
exploración. – Explicó para hacerle entender a Eren antes de salir de la
habitación y encontrándose con Petra en el pasillo, quien le sonrió como
habitualmente hacía a pesar de que él la ignoró.
Rivaille
entró en la primera habitación y se aproximó a una estantería antes de pasar
uno de sus dedos por la superficie del mueble donde al retirar su digitó pudo
apreciar que aún quedaban restos de suciedad y aquello le hizo fruncir el ceño
porque era cierto que parecía estar limpia pero estaba claro que no era así.
Nuevamente,
Levi bajó las escaleras para comunicarle a Eren de que debería de volver a
limpiar los cuartos, no lo había hecho bien pero a medida que se aproximaba
podía escuchar las voces de Eren y Petra conversando.
– No
lo sé con seguridad pero dicen que lo obligaron a unirse a las tropas de
exploración por órdenes del capitán Irvin. – Comentó Petra haciendo que
Rivaille apretara los puños al percatarse de que estaban especulando sobre su
pasado, no es que le fuera algo nuevo pero no era de su agrado ser parte de los
rumores.
– ¿El
capitán Irvin?. – Repitió el Eren confundido pero antes de que Eren preguntara
algo más o Petra hablando sobre él, intervino apareciendo en la habitación.
–
Eren, la habitaciones no están bien limpias. Tienes que volver a limpiarlo
todo. – Ordenó con apatía Rivaille.
– Sí,
señor. – Respondió antes de salir corriendo dejando a Petra y Levi solos en
aquel cuarto.
–
Petra. – Llamó a la mujer que estaba barriendo nerviosamente. – Ocúpate de
hacer tu trabajo y no de ir esparciendo rumores sobre mí. – Aconsejó Rivaille
haciéndole saber a la chica que había escuchado lo suficiente y no le agradaba
ese tipo de actos.
– Sí,
sargento. No volverá a ocurrir. – Se apresuró a hablar Petra antes de salir de
la habitación.
La
noche llegó y muchas de las alcobas ya estaban limpias, además, de que las
pertenecías de los miembros del equipo de Rivaille estaban acomodadas en
diferentes cuarto pero aún nadie había bajado al sótano para limpiar el cuarto
para Eren y en ese momento, nadie pareció preocuparse.
Günter
se había ocupado de preparar la comida y estaban terminando de cenar. A medida
de que cada uno de los presentes terminaba se iban del comedor para ir a dormir
en sus respectivas habitaciones.
–
Eren. – Llamó Rivaille mirando al joven que a pesar de haber terminado de comer
aún continuaba sentado a la mesa. – Vamos al sótano. – El adolescente no dijo
nada y solo se limitó a asentir con la cabeza antes de seguir al sargento y
descender las escaleras que los llevaría al sótano.
Rivaille
alumbraba con ayuda de una lámpara de aceite la penumbra.
Cuando
las escaleras terminaron, Levi se dirigió a la primera puerta que encontró,
allí había una cama pero todo estaba demasiado polvoriento como para que alguien
pudiese dormir en el lugar esa noche. Incluso, si Eren no era del todo humano
no merecía dormir en un lugar tan poco afable.
– Aquí
hay mucho trabajo. – Farfulló antes de girarse hacia Eren. – Trae los enseres
de limpieza, te ayudaré a limpiar este sitio. – Reveló.
– Sí.
– Contestó brevemente Jaeger antes de subir las escaleras alumbrado con la
llama de una vela cuando volvió Rivaille ya estaba listo para limpiar aquel
cuarto que iba a tener que ocupar.
Aclaración de los términos:
* Breeze:
Esta palabra alemana significa brisa. Debido a que no sé cómo se llama el
caballo de Eren he decididito que tenga este nombre pero si alguien sabe el
nombre del corcel, pues agradecería que me lo comunicarais para ponerle el
nombre correspondiente.
*Hípica: Se trata de
montar a caballo, también se llama hípica al deporte de carreras de caballos ya
sea con o sin obstáculos, concursos de saltos de caballos y etc.
*3DMG: Se trata de la abreviatura de equipo tridimensional.
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