- Acusaciones.-
La
luna iluminaba la oscuridad de aquella noche sin estrellas en el que el búho ululaba
en espera de encontrar alguna presa hasta que el sonido de una persona que
saltaba de una rama a otra pasó demasiada cerca del ave que huyó despavoridamente.
El
grupo compuesto por Shikamaru, Tenten y Neji estaban cerca de Konoha a la cual
ya podían apreciar su enorme fortaleza de piedra.
–
¿Cómo crees que se lo tomará el Hokage?. – Preguntó Tenten tragando saliva.
– La
misión era más importante de lo que pueda parecer, Tenten. No creo que se lo
tome con agrado cuando se entere que no la hemos terminado y uno de los
miembros ha desaparecido. En especial cuando Sakura se entere. – Contestó con
tranquilidad Shikamaru. – Será problemático.
La
castaña guardo silencio conociendo a la mujer de pelo color rosa, en especial
cuando se trataba de algo que dañara a su hija.
– A
Sakura no debería de importarle tanto, Shikamaru. Después de todo Sai se casó
con ella porque se sintió responsable de algo que no hizo. – Recordó Neji
apretando los puños.
– Por
favor, Neji, eres consciente que a nosotros no nos concierne. – Le reprochó
Tenten.
– Pero
me sigue molestando la actitud que ella tiene. Incluso, parecen una familia
normal y feliz.
– Son
una familia normal y feliz, Neji. – Le recordó Tenten a su compañero
deteniéndose frente al Hyuga.
–
Tenten, tiene razón y no es que a Sai no se le advirtiera en donde se metía
cuando aceptó. Debería aceptarlo tú también de una vez, por mucho que no te
agrade o te parezca injusto el cómo ellos terminaron queriéndose, no es tu
asunto. Déjalos tranquilos, después de todo, tú también tienes tu propia
familia debido a lo sucedido. – Está vez fue Shikamaru.
Ante
esas palabras Tenten bajó su rostro para mirar el suelo.
– Lo
sé y estoy muy orgulloso de mi familia. Sólo pienso que si Naruto aun estuviese
eso jamás abría pasado. Sai está pagando los platos rotos que han causado la
traición de Sasuke y la desaparición de Naruto en Sakura. Es casi como una
especie de castigo auto impuesto. – Se excusó el Hyuga.
– En
realidad, Sai está pagando el castigo que nosotros no fuimos capases de aceptar
después de que ninguno fuese capaz de ayudarla como merecía cuando todos
presenciábamos como sufría. Solo hemos tomado el camino fácil, ya sea evitándola
o mirando a otro lado como si nada le ocurriera. – Recordó Shikamaru apretando
sus puños mientras sus palabras salían con rabia debido a sus propias y veraces
palabras.
– ¡NO
QUIERO OÍR MÁS ESTO!. – Gritó Tenten para levantar su cabeza y mirar a los dos
chicos con lágrimas en sus castaños ojos. – Yo intenté pero no sabía… no podía
ayudarla. – Murmuró para salir corriendo dejando a los dos chicos solos.
Neji
suspiró con fuerza.
– No
debiste decir eso, Shikamaru. – Le reprochó el de coleta baja. – Sabes cómo se
siente Tenten cuando ella también fue partícipe del estado de Sakura.
– Pero
es la verdad, todos hemos sido unos buenos para nada con ella aunque le duela
admitir que no ayudó a Sakura, al igual que nosotros, y después la llame amiga
poniendo frente a ella una enorme sonrisa.
– Eso
no quita que le duela por no saber cómo tratarla. – Habló Neji con furia.
– Esto
se está poniendo muy problemático, será mejor que continuemos y demos nuestro
informe al hokage. – Shikamaru suspiró.
Neji
asintió para emprender camino junto a Shikamaru para alcanzar a Tenten antes de
llegar a Konoha.
……
Sai
había entrado a la casa para descubrir una enorme sala con chimenea, donde
había dos niños más que lo miraron con temor y que compartían la misma
descripción de pelo rubio y ojos negros pero lo que más le daba curiosidad era
el que llamaban “Ka-san” a Sasuke y que el mismo Uchiha los tratara como un
padre trata a un hijo pero dudaba de que aquello fuera real.
Observó
como Naruto dejó al Uchiha sobre un sofá de pieles para volver a salir y entrar
con un enorme saco que llevó al interior de otra habitación mientras que Sasuke
dejaba a su hija en el suelo para coger al pequeño Kenta que lloraba con miedo
después de también haber presenciado la escena de la pelea desde una rendija de
la puerta junto a sus hermanos.
– ¿Ka-
san, estas bien?. – Preguntó Akira que había visto todo después de que Shinji
entrara en la casa por orden de su padre.
– Sí.
– Respondió con una sonrisa a su primogénito que lo miraba con preocupación mientras
tranquilizaba al más pequeño que se abrazaba a él y ocultaba el rostro en su
pecho. – Ya pasó, Kenta.
–
Ka-san… - Decía desde una de sus piernas Amaya que aun sollozaba abrazándolo.
–
¿Qué…qué se supone… que es esto?. – Preguntó el extraño sin dejar de mirar
aquella escena.
Sasuke
activó, nuevamente, su sharingan advirtiendo a aquel sujeto, que solo había
visto unas cuantas veces, que no confiaba en él.
– Ten
cuidado con lo que sueltas por esa boca, no eres bienvenido en esta casa.
– ¿Me
mataras frente a estos críos?. – Hubo un pequeño silencio entre ambos hombres
de cabello negro mientras agudizaban su mirada, sintiendo el recelo del
contrario. – Es algo que puede esperarse de un traidor. No sé que le has hecho
a Naruto pero está claro, de alguna manera te está beneficiando de la
situación.
– ¿QUÉ
SABRÁS TÚ?. – Gritó Sasuke dejando a Kenta en el sofá para ponerse de pie
sintiendo como todos sus hijos se agarraron a él en busca de su protección.
– Sé
que esto está mal… – Pero antes de que continuara Naruto lo había golpeado y
ahora lo estaba inmovilizado con el peso de su cuerpo.
– ¡OTO-SAN!.
– Gritó sorprendido Shinji de la repentina aparición de su padre.
– No
voy a permitir que le hables así a Sasuke. – Gruñó con los ojos rojos y
sintiendo el chakra del kyubi recorrer sus conductos internos, esperando
exteriorizarse en su cuerpo.
–
Naruto… – Llamó Sai sintiendo aquella enorme mano que le habían crecido las
uñas mientras presionaba la cabeza en el suelo. – Estas cometiendo un error…
– El
error lo has cometido tú al hablarle así a mi familia. – Farfulló el Uzumaki.
-
¿¡Familia!?. Tú autentica familia está en Konoha. ¿Qué hay de tus amigos? ¿de
Kakashi-san? ¿de Sakura?. ¿¡ES QUÉ YA NO IMPORTAMOS!?. – Gritó Sai lo último
con furia a que no lo reconociera y protegiera a aquel traidor que atentó
contra su vida en incontables ocasiones.
Sin
embargo, no esperó que Naruto cayera sobre él.
– ¡NARUTO!.
– Gritó Sasuke viendo como el rubio ponía sus ojos en blanco y se derrumbaba
sobre aquel hombre.
– ¡OTO-SAN!.
– Gritaron los niños al ver a su padre caer inconsciente sobre aquel
desconocido.
+_+_+_Flash back +_+_+_
Naruto
con tres años se encontraba en una habitación y frente a él había una figura
distorsionada.
– ¡MAÑANA
IRÉ A LA ACADEMIA NINJA!. – Gritó Naruto mientras daba saltitos de euforia.
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Naruto
ahora tenía seis años y se encontraba en el interior de una clase. El Uzumaki
miraba a todas las figuras hablar entre ellas y parecía pasárselo bien. El
rubio se acerco a un grupo de aquellas figuras y observó cómo estaban lanzando
unas canicas en el suelo de madera.
– ¿Puedo
jugar?. – Preguntó Naruto pero como respuesta el ser borroso emitió un
estridente ruido para luego tirarlo al suelo y escuchar como emitían un sonido
que parecían risas.
Naruto
se levantó del suelo pero entonces frente a él vio pasar a una niña de pelo
rosa y grandes ojos verde que se dirigió a la puerta con una sonrisa. Cuando
Naruto miró a la puerta se encontró con dos morenos, uno de su misma edad y el
otro era un chico mucho mayor.
–
Gracias por traerme, aniki. – Dijo con un sonrojo aquel niño de enormes ojos
azabaches y pelo de punta en la parte de atrás.
– No
tienes que agradecerme nada, Sasuke. Me gusta traerte a la academia. –
Respondió el mayor con una sonrisa para tocarle la frente con su dedo índice y
marcharse del lugar dejando al pequeño Sasuke en la clase.
– ¡Buenos
días, Sasuke-kun!. – Saludó la niña de pelo rosa a Sasuke.
– ¡Buenos
días Sakura!. – Respondió el niño asiendo sonrojar a la niña de ojos verdes.
Naruto
bufó ante la escena.
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Naruto
iba caminando y cuando pasó por un pequeño lago vio a Sasuke sentado sobre un
pequeño muelle de madera mirando el agua.
–
Entonces es verdad que su familia fue asesinada. – Murmuró mirando al otro niño
con tristeza y sintiendo unas enormes ganas de acercarse al morenito pero cuando
Sasuke se giró y lo vio, Naruto introdujo sus manos en los bolsillos del
pantalón para irse sin decirle nada, intentando no mirarlo de nuevo.
Cuando
Naruto se había alejado lo suficiente,
el rostro del rubito cambió a uno triste.
– Soy
un tonto. – Se dijo a sí mismo.
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Naruto
estaba en la clase cuando entró un hombre de piel morena, ojos negros, pelo
castaño que llevaba sujeto en una coleta alta y una cicatriz surcaba su nariz
de una mejilla hasta la otra.
– ¿¡OTRA
VEZ IRUKA-SENSEI ES NUESTRO TUTOR!?. – Gritó Naruto recibiendo un golpe en la
frente debido a una tiza que le lanzó el profesor.
–
¡Dobe!. – Escuchó decir de los asientos de atrás y al girarse vio el rostro de
Sasuke pero la risa de la niña de pelo rosa sentada en la primera fila junto al
musical sonido del resto de la clase lo hizo enfurecer y sentirse dolido.
– ¡CÁLLATE
TEME!. – Le gritó Naruto a Sasuke.
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Naruto
se encontraba dentro de la clase de la academia, con una enorme sonrisa, estaba
tan feliz que ni cuenta se dio, que Sasuke se había sentado a su lado.
Una
figura pasó a su lado y le dijo algo.
–
¡Mira! ¡Mira! – Decía Naruto señalándose la banda con la insignia grabada en el
metal que tenía en su frente. – Yo también soy un ninja. – Sintió como sus
labios se movieron diciendo algún nombre pero su conversación fue interrumpida
cuando la niña de pelo rosa entró al aula con la respiración acelerada y a su
lado un ser borroso.
Sakura
estaba discutiendo con aquella figura
cuando su atención se dirigió al lugar donde se encontraba Naruto y el rubio no
pudo evitar sonrojarse pensando que lo estaba mirando a él. Naruto podía sentir
su corazón tamborilear de emoción pero su ilusión fue rota en un instante por
la misma Sakura.
–
Sasuke-kun, ¡BUENOS DÍAS, SASUKE-KUN!. – Gritó mientras corría hasta estar a un
lado de Naruto para saludar a su compañero.
Naruto
completamente enfadado se levantó de su asiento y se subió al pupitre para
ponerse frente a Sasuke y mirarle con enfado a los ojos mientras Sakura
discutía junto a personas de identidad desconocida para él porque solo veía
borrones.
– “¿Qué tiene él que no tenga yo?” – Pensó
el rubio empezando a buscar algo especial en el otro chico.
– ¡NARUTO!
¡ALÉJATE INMEDIATAMENTE DE SASUKE-!¡CÓMO LE HAGAS ALGO ME LAS PAGARÁS, BAKA!. –
Chilló Sakura viendo como Naruto y Sasuke se mataban con la mirada.
De
pronto, Naruto sintió como alguien lo golpeó en la espalda perdiendo el
equilibrio y cayendo sobre Sasuke e, inevitablemente, uniendo sus labios en un
beso forzado.
Inmediatamente,
ambos chicos se separaron y empezaron a escupir y toser ante el violento y
desagradable suceso.
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Naruto
estaba sentado en el aula completamente adolorido mientras Iruka estaba leyendo
algo de un papel.
– El
equipo siete lo formará Naruto Uzumaki, Sakura Haruno,…
– BIEN.
– Gritó feliz y levantándose de su lugar Naruto sin importarle el dolor.
– …y
Uchiha Sasuke. – Terminó de decir el profesor mientras escuchaban como Sakura
celebraba el estar en el mismo equipo que Sasuke.
– Iruka-sensei.
¿Por qué alguien como yo tiene que estar en el mismo equipo en donde está él?.
– Preguntó Naruto señalando a Sasuke.
– Muy
sencillo Naruto, es porque debe haber equilibrio en el equipo y por eso Sasuke
que tiene las mejores notas de la clase debe estar en el mismo equipo que tú,
que posees las peores notas de toda la clase. – Explicó Iruka.
–
Intenta no entorpecerte en mi camino, usurantonkachi. – Habló el Uchiha.
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Naruto
estaba sentado al lado de Sakura utilizando un hengen mientras la chica le
hablaba.
– Dime
Sakura, ¿qué piensas de Naruto?. – Preguntó Naruto esperando escuchar buenas
palabras hacia él de la chica.
– ¿De
Naruto?. – Repitió la de ojos verdes. – Es un idiota, no hace más que
molestarme. Parece que le gusta meterse en mi vida…
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Naruto
estaba atado a un tronco y tenía mucha hambre a su lado estaban sentados Sakura
y Sasuke con bentou del que estaban comiendo. El estómago de Naruto rugió
hambriento.
–
Toma. – Dijo Sasuke estirando su brazo con la cajita de comida para que el
rubio comiera.
–
¿Pero qué haces Sasuke-kun? Si el sensei nos ve, no podremos ser genins. –
Recordó Sakura con temor a que el sensei los estuviera observando.
– Pero
será un lastre, si tiene hambre jamás podremos superar la prueba. – Respondió
Sasuke.
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Naruto
sentía frío y dolor podía ver como largas agujas metálicas estaban clavadas en
su cuerpo, percatándose que estaba encerrado en una especie de jaula de hielo.
Naruto se encontraba completamente agotado.
– ¡MUÉVETE
DE AHÍ!. – Gritó Sasuke.
– No
puedo más… – Farfulló Naruto.
Naruto
vio venir las agujas hacia él pero antes de que lo tocaran el cuerpo de su
compañero se interpuso ante él, recibiendo todas las agujas en su cuerpo.
Sasuke
cayó sobre sus brazos que no dudó en sujetar.
– ¿Por
qué lo has hecho?. – Preguntó viendo a Sasuke.
+_+_+_End Flash back +_+_+_
Naruto
despertó dándose cuenta que estaba en la habitación y a su lado estaba Sasuke
dormido.
Las
imágenes de un Sasuke herido por las agujas aparecieron en su mente y sin más
estiró su brazo para acariciar el cuello del Uchiha. Ante el tacto, el moreno
se despertó y cogió la mano que lo acariciaba para mirar a los ojos de su amante.
–
¿Ocurre algo, Naruto?. – Preguntó al ver como algunas lágrimas escaparon de
aquellos orbes azules.
– No,
sólo es que te quiero.
Sasuke
sonrió mientras limpiaba las lágrimas que había derramado el rubio.
– Lo
sé, yo te amo. – Respondió acercándose para besar al Uzumaki en un beso
delicado y fugaz.
Naruto acarició el rostro blanco del Uchiha antes de
ponerse sobre él y volverlo a besar.
Las
manos de Naruto recorrían el cuerpo de Sasuke y descendieron hasta encontrar la
única prenda con la que dormía el Uchiha para arrebatársela. Al mismo tiempo,
sentía como era desnudado por el moreno.
–
Naruto…– Pronunció cuando el de ojos azules se perdió bajo las cobija para
degustar su pene y lo conocidos dedos se dirigieron a su boca para que fuesen
lubricados antes de ir a parar a su trasero.
El
clímax estaba a punto de llegar en el cuerpo de Sasuke cuando el contenedor del
kyubi se detuvo para abrirle las piernas al moreno y comenzar a entrar en él.
Ambos
chicos no pararon de besarse, acariciarse y gemir hasta que Naruto
repentinamente se giró dejando a Sasuke arriba.
–
Hazlo tú… – Pidió Naruto colocando sus manos en las caderas del Uchiha.
Sasuke
no replicó y acató el pedido del de marquitas mientras el mismo se masajeaba su
propio miembro hasta que, finalmente, ambos alcanzaron el orgasmo a la vez para
Sasuke derrumbarse sobre el pecho del rubio.
Sin
embargo, ninguno de los amantes se percató de la presencia de alguien que había
visto todo y ahora se retiraba hasta el lugar que le había asignado el dueño
del sharingan por esa noche.
– ¿Qué
le has hecho, maldito Uchiha?. – Susurró Sai sentado en el mueble mientras
apretaba con fuerza los puños y la mandíbula.
Naruto
se había vuelto a dormir abrazado a Sasuke
pero su cuerpo comenzó a acalorarse. El Uchiha sabía que volvería a
ocurrir después de tanto sobreesfuerzo y por ello, se levantó poniéndose su
kimono para buscar el recipiente con agua fría e intentar bajar la fiebre.
Sasuke
se dirigió a la cocina y cruzando, obligatoriamente, el salón donde había
dejado a su desagradable visita pasar la noche.
Sai
escuchó los pasos de alguien que se dirigía a la cocina, identificó a la
persona gracias a la escasa luz del amanecer que entraba por la ventada y,
sigilosamente, lo siguió para ver como tomaba agua dentro de un recipiente.
– Eres
un degenerado, Uchiha. – Murmullo Sai desde el umbral.
– No
tengo tiempo para escuchar tus estupideces. – Habló Sasuke sin girarse a verlo.
– Y yo
no tengo tiempo para ver como le haces eso a Naruto. – Declaró el ex miembro de
Ne.
El
cuerpo del Uchiha se tensó antes las palabras dicha por el otro.
– Lo
estas manipulando a tu antojo y no sólo a él, sino también a esos niños que les
haces creer una mentira. – Afirmó Sai viendo como Sasuke se giraba sin mostrar
sus ojos.
– No
tengo que dar explicaciones a un idiota que no se da cuenta de la realidad que
ocurre aquí.
– Sólo
he visto como lo manejas.
–
Lárgate. – Siseó Sasuke.
– No
hace falta que me lo digas más veces. – Comunicó Sai para salir fuera y sacar
su rollo donde dibujó un águila de tinta que no dudó en abordar para volver a
Konoha.
Sasuke
volvió a la habitación con el balde de agua fría e intentar ayudar a bajar la
fiebre que estaba padeciendo Naruto.
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