- Advirtiendo el peligro.-
Los
labios se acercaron con una lentitud de lo más desesperantes hasta la blanca
piel del cuello para poder besarla con devoción y, al mismo tiempo, la nariz
rozaba en leves caricias provocando cosquillas mientras absorbía el aroma de
aquella persona que se dejaba llevar por los mimos.
La
lengua decidió salir de su guarida para, también, participar en el candoroso
juego y probar el exquisito sabor de aquella piel.
Igualmente,
las manos viajaban en un lujurioso baile recorriendo toda aquella piel,
palpando con intensidad aquellos puntos tan conocidos que provocaban descargas
eléctricas haciendo que el silencio se inundara de subes y deseosos gemidos.
Las manos continuaban su paseo sintiendo las curvas y gozando de la dureza o
blandura de aquella superficie que acariciaba en un intento de grabar su tacto
en las sutiles curvas que formaba el cuerpo.
La
lengua volvió a esconderse en su guarida para dejar actuar a sus compañeros,
los dientes, mientras que leves succiones interrumpidas se hacían en toda aquel cuello
para que los dientes pudiesen comprobar la textura, elasticidad y resistencia
de la piel, dejando como síntoma de su paso, pequeñas marcas en la extensión,
como si fuera la señal de haber superado aquel examen.
El
rostro dejó tranquilo aquel cuello para mostrar el lívido que yacía acumulado
en sus brillantes pupilas, pidiendo en un silencio el permiso para ir más allá
y que aquel juego cobrará más intensidad para figurar una sonrisa complaciente
al ver como aquella otra persona sonrojada asentía otorgándole la autorización
anhelada.
Las
blancas piernas fueron abiertas con delicadeza para dejar a la vista toda
aquella zona prohibida mientras el corazón palpitaba con fuerza en el interior
de los pechos de los amantes.
Los
lujuriosos ojos dejaron de mirar aquello que había pedido le fuese mostrado,
para volver a recostarse sobre la otra persona con una sonrisa mientras sus
sexos quedaban cerca. El rostro continuó de largo para posicionar la boca al
lado de la oreja y dejaba salir su cálido aliento antes de hablar.
– ¡MALDITAS
RATAS DE MIERDA!. – Exclamó una voz gruesa.
Sasuke
se despertó abruptamente, quedándose sentado en la cama ante ese grito, con la
respiración agitada y una dolorosa erección entre las piernas. El Uchiha estaba
completamente empapado en sudor, escuchando de fondo una carcajada hasta que
otro grito volvió a escucharse para girar su rostro hasta las rejas de la
celda, encontrando ahí a dos ambus que pasaban por delante de su prisión, en su
rutinario paseo de vigilancia.
–
¡Joder!, deja de reírte estúpido. – Exigió enfadado el ambu con la máscara de
gato. – Estoy seguro que si hubiese sido a ti a quien mordiera ese maldito
animal, a mí no me haría ninguna gracias porque podría haberte contagiado
alguna enfermedad asquerosa. – Aseguró.
– No
seas exagerado, recuerda que teniendo a Tsunade-sama, cualquier enfermedad sale
huyendo con sólo percibirla en Konoha. – Respondió para volver a reírse el ambu
con la máscara de oso.
El
ambu con máscara de gato chaqueó la lengua con fastidio. – Juro que voy a matar
a ese endemoniado animalejo. – Refunfuñó el ambu.
– No
te lo tomes tan a pecho, tan sólo era una idiota rata. – Se mofó su compañero
antes de coger una piedrecilla y lanzarla directa al interior de la celda con
la intención de golpear al prisionero.
La
piedra golpeó en un brazo a Sasuke que estaba intentando ocultar su problema de
aquellos dos desconocidos. El Uchiha los miró con molestia mientras se sobaba
el brazo para escuchar como aquellos ambus se reían.
– ¿Qué
haces despierto traidor?. – Preguntó el ambu de máscara de oso.
Sasuke
no respondió.
– ¿Es
qué te has quedado sin lengua para no responder, maldito?. – Inquirió el otro
ambu pero, igualmente, Sasuke no les respondió. – Si no fuese que el hokage se acabaría
enterando, te daría de golpes que no vivirías para contarlo.
Ante
esas palabras un escalofrío recorrió el cuerpo de Sasuke y abrazó su estómago
con sus brazos en un instinto de protección hacia sí mismo y el no nato que
crecía en su interior. Ya que el de ojos negros, percibió que aquella persona,
en realidad, lo odiaba pero que se estaba conteniendo porque estaba aquel otro
ambu, quizás si no estuviera acompañado su amenaza fuera un hecho real.
Sasuke
ya había notado la iracunda mirada de aquel ambu a su persona en más de una ocasiones
y agradecía que cuando aquel ambu estaba cerca, también se encontraran otros
shinobis pero era consciente que esa suerte no era eterna. Aquel ambu podría
encontrar el momento oportuno para agredirlo, siendo tan sólo cuestión de
esperar el instante propicio.
– Imbécil.
– Respondió el dueño del sharingan en un estúpido intento de defenderse.
– ¿QUÉ
ME HAS DICHO?. – Gritó enfurecido el ambu. – RESPONDE, MARICA.
– ¡Ey!
No te exasperes por ese traidor, vámonos de aquí. Ya sabes que pronto recibirá
su merecido por sus crímenes, no vale la pena hacer nada que después puedan
perjudicarte a ti. – Intentó calmar a su compañero el ambu con la máscara de
oso mientras colocaba su mano izquierda en el hombro derecho del otro ambu en un
intento de calmarlo.
–
¡Déjame!. – Chilló quitando la mano de su compañero con un manotazo para
acercarse a la celda con la clara intención de entrar y hacerle tragar sus
palabras al Uchiha. – Este imbécil va a conocer lo que significa la palabra
respeto.
– ¡No
voy a permitirte que entres a hacer lo que quieras!. – Se antepuso el ambu con
máscara de oso a su compañero para impedir que el otro ambu entrara a cometer
su fechoría. – Por mucho que te haya molestado, no deja de ser un prisionero y
debe… – Antes de continuar lo que decía el ambu con máscara de gato había
golpeado fuertemente en la barriga a su compañero dejándolo inconsciente en el
suelo.
–
Escucha bien, Uchiha. Te voy a dejar tan destrozados que ni tu difunta madre te
reconocerá y vas haber deseado, el haberte quedado en silencio. – Aseguró aquel
ambu entrando a la celda en dirección a Sasuke.
El
Uchiha apretó su vientre y cerró sus ojos fuertemente para venirle en un flash
los rostros de Naruto, Akira, Shinji, Amaya y Kenta, su familia. Además, estaba
formándose aquella nueva vida en su interior y esto le dio fuerzas para
afrontar a aquel hombre porque él no podía dejarse tocar y mucho menos por un
miserable. Él no era alguien débil o miedoso, era lo suficiente poderoso para
derrotar a aquel ambu con los ojos cerrados aún cuando estaba embarazado y,
mucho menos, le hacía falta su sharingan que tan sólo era un kekegenkai maldito
capaz de devorar a su portador.
El
ambu se acercó lo suficiente y estiró sus manos para retener al de ojos negros
y poder cometer su objetivo pero no esperó que Sasuke realizara una sencilla
finta esquivándolo para darle una fuerte patada en su entrepierna, dejando al
estúpido ambu retorciéndose de dolor en el suelo.
Sasuke
aprovechó la situación para dejar inconsciente a aquel repugnante hombre, propinándole
un fuerte golpe en el cuello para escapar de aquel lugar y buscar a su familia.
……
Karin
había analizado la muestra de sangre que había extraído de Sasuke y aun
conociendo la verdad, le era difícil aceptar lo que ella misma había comprobado.
La
pelirroja sabía que era muy arriesgado el contarle la historia al hokage o
Tsunade, aun y cuando hablara de los experimentos hechos por Orochimaru y lo
cual, Sasuke fue víctima, ya que aún era un tema delicado en Konoha pero si le
añadía el tratar el tema de amor que se sentían esos dos podía causar varias
reacciones, no todo el mundo aceptaba fácilmente la homosexualidad o la
bisexualidad.
Karin
era muy consciente que la relación entre hombres era muy poco vista y de la
cual, se especulaba infinidad de conjeturas de las cuales, las mayorías no eran
ciertas pero la realidad, era que la mayoría de la población era muy renuente a
aceptar una pareja homosexual por mucho que pudieran concebir. Era por ello,
que la de ojos escarlata sólo llegaba a la conclusión de que debía ayudar a los
dos chicos para que dejaran Konoha junto a sus hijos y pudieran convivir en paz
y felicidad porque en Konoha jamás lo lograrían.
La
pelirroja estaba tan sumida en sus pensamientos que no pudo evitar asustarse
cuando el grito de euforia de Tsunade, quien también se encontraba en el
laboratorio buscando alguna solución para romper el sello de Madara, se escuchó
en la habitación.
– ¡Ya
está, lo he conseguido!. – Decía Tsunade con sus ojos castaños iluminados de
alegría.
– Pero
Tsunade-sama, en realidad no sabemos si funcionará deberíamos probarlo antes de
intentar hacerlo en Naruto.– Le recordó Ino.
– No
hay tiempo para eso. – Dijo para quitarse la bata blanca. – Karin, Ino, vamos.
– Ordenó para salir seguida por las dos mujeres.
Cuando
por fin las tres mujeres llegaron a la habitación donde estaba Naruto se
posicionaron alrededor de la cama donde estaba recostado el rubio y la mayor de
todas ellas empezó a hacer unos extraños sellos, recitando una especie de oración
mientras las otras dos mujeres la imitaron con premura y ponían al igual que
Tsunade sus manos sobre el pecho desnudo del Uzumaki.
Una
luz de un color azul pálido sobresalió de los dedos de las mujeres y, de pronto,
pudieron ver como el sello comenzaba retroceder, consumiéndose a sí mismo algo
que hizo sonreír a las chicas.
En
cambio para Naruto, desde el primer instante, le comenzó a ser doloroso, como
si millones de agujas estuviesen aguijoneándole el cuerpo y desgarrándole los músculos,
debido a lo sedado que se encontraba no podía exteriorizar su dolor sino que
tan sólo eran leves jadeos de malestar. Tan fuerte era el dolor que el rubio
calló presa de la inconsciencia.
+_+_+_Flash back +_+_+_
Naruto
se encontraba en una rama y a un lado podía ver a un extraño personaje que
había estirado el cuello hasta alcanzar a una de las personas frente suyo. El
rubio vio con impotencia como aquel repugnante ser había mordido en el músculo
del trapecio, en la zona del hombro, a Sasuke que gritó desgarradoramente.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
se encontraba en mitad de un enfrentamiento y frente a él estaba Kiba. A un
lado de Naruto había a un clon que tenía
retenido al perrito de Kiba.
– ¡Haz
lo que quieras Naruto!. – Se rió Kiba. – Pero eso no retendrá a que Akamaru y
acabaremos ganemos. – Terminó diciendo para lanzarle una extraña bola que el
perrito no dudó en tragar.
El
pequeño perro cambio de color y su pelo se puso de punta, fue tomando un
aspecto fiero que consiguió destruir al clon de Naruto.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
se encontraba en un campo de combate, con espectadores, junto a más chicos con
una edad aproximada a la suya (12 años) y frente a ellos estaba un hombre con
un palillo en la boca y un pañuelo con la insignia ninja de Konoha en la
cabeza.
– Soy
Genma y seré el árbitro pero antes debéis mirar esto. – Anunció el hombre
desdoblando un papel.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
escuchó como los espectadores gritaban emocionados pero la voz de Genma anunció
lo que se iba a acontecer.
– El
primer combate será entre Neji Hyuga y Uzumaki Naruto. – Anunció el hombre que
hacía de árbitro.
En el
campo de batalla se quedó Naruto y frente a él su contrincante, un chico con
los ojos blancos y largo pelo oscuro atado cerca del final de su cabello que lo
miraba con prepotencia.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
caía y podía sentir que estaba sangrando en su frente y mientras su cuerpo se
precipitaba al vacio frente a él podía ver la mitad de su rostro y la mitad del
rostro de Gaara que estaba en las mismas condiciones de cansancio que él.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
– ¿El
sharingan? Creí que todos lo Uchihas los habías exterminado, Itachi. – Inquirió
Kisame mirando a una persona que Naruto no podía ver a causa del cuerpo de los
dos hombre frente suyo en aquel estrecho pasillo de hotel.
– Es
mi tonto hermano pequeño. – Dijo Itachi con voz parca.
Itachi
se giró para ver de frente a su hermano ante un estupefacto Naruto que
consiguió ver a su compañero de equipo, Sasuke.
– ¡He estado
subsistiendo, odiándote con la única intención de verte muerto!. – Gritó Sasuke
para correr con un chidori en la mano, con el que planeaba golpear el cuerpo de
Itachi.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
– ¡SAKURA-CHAN!.
– Gritó Naruto llamando a la de cabello color rosa que estaba al lado de
aquella cama donde estaba acostado Sasuke. – Tsunade-oba-chan le curará ahora
mismo, es una gran médica. – Informó Naruto entrando junto a una figura
distorsionada y aquella mujer de grandes pechos, pelo rubio y ojos castaños con
un rombo violeta en la frente.
–
¿Naruto…? – Farfulló Sakura viendo como Naruto sonreía para luego dirigirse a
aquella escultural mujer. – Gai-sensei me ha hablado de usted. – Reveló Sakura.
– Por favor, ayude a Sasuke-kun. – Rogó la adolescente haciendo una reverencia
a la mayor.
–
Tranquila y deja que me ocupe. – Habló la mujer rubia.
Tsunade
puso la mano en la frente del Uchiha y transfirió chakra.
–
Ahora sólo espera a que se despierte. – Comunicó Tsunade.
Sakura
derramó algunas lágrimas y Naruto fue testigo de cómo se las limpió de la cara
mientras esperaron unos pocos minutos a que Sasuke se despertó algo aturdido.
– ¡SASUKE-KUN!.
– Gritó la de cabello color rosa lanzándose a Sasuke para abrazarlo mientras
lloraba de felicidad enredada en el cuello del Uchiha.
–
Sasuke…tú…– Pero Naruto no continuó porque en el interior de su pecho sintió un
vacio que punzaba su corazón ante esa escena y sólo pudo sonreír para no
mostrar cuánto dolor le producía en su alma porque la sensación de estar de más
lo recorría como una fuente de aguas gélidas pero antes de llorar, decidió
salir porque veía como aquella chica en realidad amaba al Uchiha.
Naruto
sintió que no debía intervenir en aquel momento que se veía tan bien entre sus
dos compañeros.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
había ido al hospital y entrado en una habitación. Por alguna extraña razón se
sentía muy tímido. Por ello, se introdujo en la habitación sin hacer ruido y
ocultándose detrás de la cortina para ver como Sakura le estaba pelando una
manzana a Sasuke para que comiese mientras este indiferente miraba por la
ventana.
De
repente, el plato con los trozos de manzana que había picado Sakura habían
acabado en el suelo y Sasuke miró a
Naruto con odio.
– ¿Por
qué me miras así?– Preguntó con voz acongojada el Uzumaki.
–
Naruto, lucha contra mí. – Exigió el Uchiha.
–
Pero… si aun estas recuperándote. – Recordó Naruto.
–
¡Cállate de una vez, dobe y lucha contra mí!. – Ordenó Sasuke con el sharingan
activado.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
había hecho un rasengan desde el suelo y se impulsó para combatir el chidori de
Sasuke que estaba descendiendo hacía él, mientras Sakura corría hacia ellos
gritando que se detuviesen cuando sus muñecas fueron sujetadas, por unas manos
enguantadas, que los lanzó para que chocaran sus técnicas contra unos depósitos
de agua.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
se levantó con pereza para atender a la persona que golpeaba la puerta de su
casa, encontrándose a Shikamaru.
–
Naruto, date prisa y vístete porque tenemos una misión que cumplir en la que yo
soy el líder. – Informó Shikamaru.
– No
será tan importante esa misión cuando la oba-chan te nombró líder del equipo. –
Decía un somnoliento Naruto.
–
Sasuke se ha ido de Konoha para ir con Orochimaru. – Anunció con cansancio el Nara.
– ¡ESO
ES UNA BROMA!. – Gritó Naruto escandalizado.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
En el
enorme pórtico para salir o entrar a la villa se encontraba Naruto junto a
Neji, Shikamaru, Kiba con Akamaru y Chouji, preparados para partir, cuando
escucharon como alguien llamaba por Naruto y al darse la vuelta se encontraron
con una llorosa Sakura.
–
Naruto por favor, te pido que traigas a Sasuke-kun de vuelta. – Pidió la de
cabello color rosa para sorpresa de todos y sin ser consciente del daño que le
estaba causando a Naruto, quien sentía como algo dentro de él se rompía
mientras observaba como Sakura derramaba y rogaba por que volviese con el
Uchiha.
– No
te preocupes, Sakura-chan. Lo traeré, te lo prometo. – Aseguró Naruto.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
había llegado hasta donde se encontraba un chico de pelo plateado y unos
enormes ojos verdes que sostenía un enorme barril con un cordón violeta
alrededor.
– Soy
Kimimaru. – Habló aquel de ojos verdes.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
y Sasuke estaban peleando en un lugar que habían dos enormes estatuas que
cuidaban una enorme cascada.
– He
despertado de un sueño en donde veía un futuro con compañeros y, es por eso, deje
Konoha porque yo debo cumplir con mi venganza. – Declaró Sasuke antes de
abalanzarse sobre Naruto. – Mi sueño no es el futuro sino mi pasado, con la
familia que me fue arrebatada pero tú qué vas a saber cuando has estado sólo
siempre, dobe.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
observó como su cuerpo estaba impregnado por el chakra del Kyubi mientras
Sasuke cambiaba su cuerpo e incluso, le salieron una especie de enormes manos
en la espalda que simulaban ser alas.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
–
¡Rasengan!. – Gritó Naruto abalanzándose a mitad de cascada hacía Sasuke.
–
¡Chidori!. – Grito Sasuke abalanzándose también a mitad de cascada hacia
Naruto.
Ambas
técnicas chocaron pero en mitad del fuerte choque de jutsu, Naruto arañó la
insignia ninja que Sasuke tenía en la frente mientras que el Uchiha le asestaba
un puñetazo.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Un
Naruto de 15 años se encontraba al lado de una Sakura de su edad con Jiraiya y
frente a ellos se encontraba Tsunade cuando por la puerta, después de ser
golpeada, entró un Shikamaru y la rubia de cuatro coletas.
– ¡SHIKAMARU!.
– Llamó eufórico Naruto.
–
¿¡Naruto!? ¡Vaya!, has crecido. – Saludó Shikamaru.
–
¿Quién es ella?. – Preguntó Naruto al no reconocer a la chica de cuatro
coletas.
– Ella
es Temari, la hermana de Gaara. – Respondió Shikamaru con cansancio.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
miró a un hombre de pelo castaño y ojos negros que le sonreía afablemente.
– Yo
soy Yamato, seré el capitán del equipo hasta que Kakashi-san se recupere. – Se
presentó el extraño.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
vio como Sakura había golpeado a aquel extraño chico moreno y ojos oscuros que
había caído sobre su trasero en el polvoriento suelo.
–
Escúchame bien, Sai. – Advirtió la de cabello color rosa. – Si vuelves a
insultar o decir algo en contra de Sasuke-kun en frente de mí, te golpearé de
tal manera que no despertarás hasta haber pasado tres semanas.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
se encontraba en un puente de madera y frente a él estaba Kabuto junto a un
hombre de lardo pelo negro y ojos amarillos de aspecto serpentino.
– Fíjese,
Orochimaru-sama, parece que volvemos a ver a Naruto-kun. – Habló Kabuto
empujando las gafas por el puente de la moldura con un solo dedo.
–
Parece que aún tiene al kyubi en su interior. – Afirmó el de ojos dorados. – Me
pregunto si eres más fuerte que Sasuke-kun. – Comentó divertido por la escena.
–
¡Devuélveme a Sasuke!. – Exigió Naruto sintiendo la ira y el chakra del kyubi
poseyendo su cuerpo.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
parpadeó y se encontró con Sasuke a un lado de él pero no dejo de mirar al
frente aun cuando el moreno había invadido su espacio personal, abrazándolo por
un hombro con uno de sus brazos.
– Por
cierto Naruto, ¿tu sueño no era convertirte en hokage?. – Habló el Uchiha. –
Tendrías que estar entrenando en vez de andar buscándome, ¿no crees?.
–
Sa…Sasu…Sasuke-kun…– Susurró Sakura.
– Por
eso, ahora vas a morir porque así lo decido. – Afirmó Sasuke desenvainando su katana.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
llegó frente a un porche donde se encontraba Shikamaru junto a un hombre con
barba negra que fumaba.
– Yo
ya me tengo que ir, Azuma-sensei. Hasta luego, Naruto. – Se despidió el Nara.
–
Azuma-sensei, ¿me ayudara a controlar el chakra viento?. – Preguntó esperanzado
el Uzumaki.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
se acercó a Sakura que iba caminando junto a una morena de pelo corto, mayor
que ellos.
–
Sakura-chan, ¿cómo se encuentra Tsunade-oba-chan?. – Preguntó preocupado
Naruto.
La
morena negó con la cabeza.
– Aún
nada pero Shizune y yo estamos haciendo todo lo posible para que se recupere.
– Hay
que tener esperanzas, Naruto-kun. – Dijo la morena.
–
Tienes razón, Shizune-one-chan.– Dijo el rubio.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
estaba frente a un hombre de gafas oscuras y dos cuernos tatuados en su rostro.
Ese hombre era de piel oscura y con el pelo de color blanco.
– Por
favor, Bee-san, debe entrenarme. – Pedía Naruto.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
estaba controlando el chakra del kyubi cuando sintió el mismo chakra del zorro
de nueve colas en alguien más en algún lugar a lo lejos.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
era seguido por Bee pero se detuvo cuando vio a un hombre de pelo blanco y piel
morena frente a él acompañado de Tsunade.
–
Déjenos pasar. – Exigió Naruto.
– No
podemos Naruto, el raikage y yo hemos sido enviados a deteneros. – Habló
Tsunade.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Tsunade,
Naruto, Bee y el raikage se enfrentaban a un enmascarado, cuya máscara contenía
tres agujeros, cuando en un último ataque, consiguieron golpear el cuerpo que
por momentos se podía atravesar. El enmascarado cayó al suelo y el raikage
aprovechó el instante para aplastarle la cabeza con un puñetazo.
– ¡HE
ACABADO CONTIGO, MADARA!. – Gritó eufórico el raikage con la respiración
agitada.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
estaba en el enorme pórtico que daba inicio a la aldea cuando se encontró de
frente con Sasuke y sin dudarlo lo siguió hasta un claro a la misma velocidad
que el moreno.
– Me
alegra que me siguieras porque antes de acabar con esa patética villa voy a
terminar contigo, Naruto. – Escupió confiado Sasuke antes de abalanzarse sobre
Naruto.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
sintió como un enorme escudo se había formado frente a él para protegerlo de la
flecha fantasma que le había lanzado Sasuke desde su Susanoo pero lo que más le
sorprendió fue la persona que había frente a él.
–
Sabía que podía confiar en ti, Naruto-kun. – Habló aquella persona. – Por eso
te puse ese jutsu, para poder contarle a
Sasuke toda la verdad.
–
I...Itachi… – Consiguió pronunciar Naruto completamente atónito por ver a aquel
hombre frente a él.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
– Ya
lo sabes Sasuke, esa es la realidad de nuestro clan, Madara sólo ha
transformado la realidad para que le fueras útil en su objetivo, así que te
pido antes de marcharme que acabes con ese hombre que ha jugado con nosotros,
ototo. – Itachi sonrió. – No destruyas lo que es verdaderamente importante para
ti Sasuke.
– ¡¡¡ANIKI!!!.
– Gritó Sasuke con lágrimas en los ojos, dejándose caer sobre sus rodillas.
–
Sasuke… – Susurró Naruto que había estado presente ante toda la historia de los
hermanos.
8–8–8–8–8–Interrupción–8–8–8–8–8
Naruto
y Sasuke habían combinado sus técnicas más poderosas y habían conseguido
golpear a Madara ambos chicos sonrieron y no pudieron evitar carcajearse cuando
vieron que aquel hombre no se movía.
– Ya
va siendo hora de regresar, Sasuke. – Dijo Naruto.
– Lo
sé, no importa lo que me pase. Sé que ahora haré lo correcto como quería mi hermano
y pagaré mis pecados, sólo espero que los demás me perdonen algún día. – Habló
muy arrepentido el Uchiha.
– No
te preocupes, estoy seguro que comprenderán que estas arrepentido. – Sonrió el
Uzumaki viendo como Sasuke esbozaba una minúscula sonrisa antes de girarse para
emprender camino hacia Konoha.
–
¡Maldito!. – Gritó Madara que corría a toda velocidad hacia un sorprendido
Sasuke pero Naruto observó todo a cámara lenta y sintió como su cuerpo se
impulso, formando un rasengan en su mano sin ayuda de un clon y se interpuso en
el ataque de Madara, sintiendo como le atravesaba la piel y los músculos de su
hombro como un cuchillo mientras su rasengan golpeaba de llenó el estómago de
Madara, levantando una polvorera.
+_+_+_End flash back +_+_+_
Naruto
sentía mucho dolor pero había despertado en donde se encontraba la celda del kyubi
y de su estómago vio como el sello no se encontraba, siendo un agujero en su
estómago por el que sangraba.
– Él
me quería matar. – Murmuró muy débilmente Naruto. – Sasuke… porque no… me
dijiste… yo te amo…
– Así
es Naruto, déjame libre. Has desaparecer el sello. – Intentaba convencer el
zorro de nueve colas.
Naruto
se encogió en el suelo agarrándose las piernas escondiendo su cabeza entre
ellas.
–
Naruto, sigue así déjame mostrar mi poder. – Decía el Kyubi con felicidad al
ver como el Uzumaki se rendía y lo dejaba hacer lo que quisiera aunque no
arrebatara el sello de su prisión podría liberar su chakra y rompería el sello
a la fuerza al liberar su propio poder.
Tsunade,
Ino y Karin vieron como el sello de Madara había sido eliminado en su totalidad,
sacándoles una sonrisa de triunfo pero, rápidamente, transformaron su sonrisa
de alegría a una de horror al ver como el chakra del kyubi salía a gran
velocidad del cuerpo del Uzumaki porque ellas no contaron, en esta ocasión, de
si ese jutsu afectaría al sello que guardaba al binju en el interior de Naruto. Provocando una oleada de dolorosos recuerdo en el Uzumaki que lo debilitaron
emocionalmente y logrando que el zorro de nueve colas aprovechase la situación
para intentar escapar de su contenedor.
El
cuerpo de Naruto rápidamente tuvo tres colas transformándose en el minikyubi
para su terror y se había levantado comenzando atacar a las mujeres antes de
romper la pared donde estaba la ventana.
– ¡INO,
KARIN, SALID DE AQUÍ! ¡RÁPIDO!. – Gritó Tsunade la orden que las chicas
acataron.
Tsunade
consciente del peligro golpeó al minikyubi frente a ella, logrando que cayera al
exterior varios metros lejos del hospital cuando lo hizo volar por los aires de
un puñetazo y quemándose con el chakra del binju el puño.
–
Karin evacua las casas de los alrededores mientras yo evacuo el hospital. –
Tomó el liderazgo la Yamanaka viendo como la pelirroja asentía para salir del
edificio en dirección a las casas para ayudar a despejar la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario