-Dudas en las preliminares.-
Rivaille
no dejaba de pensar en las pocas palabras que Irvin le había dicho, sentía una
especie de advertencia en ellas o quizás las había tomado sin desearlo como tal
pero en esos días no dejaba de pensar en Eren y en su decisión, en las
posibilidades que ocasionaría el contarle la verdad al mocoso o simplemente
dejar ese acontecimiento oculto a Jaeger para que no se sintiera con deseos de
sentir rechazo o actitud paternal sobre su embarazo.
El
sargento empezaba a creer que debía de contarle sobre su situación a Eren,
sobre la responsabilidad que no tendría por qué afrontar Jaeger ya que no
tendría motivos para ejercer el papel de padre a su corta edad, ni siquiera él
estaba seguro de que ese ser llegara a sobrevivir llegado el momento o de que
deseara verlo cuando saliera de su cuerpo o querer verlo crecer en el caso de
que sobreviviese. Había pensado entregarlo a un orfanato, puesto que él no
sabía nada de niños y debía admitir que no estaba complacido con la idea de
compartir a Jaeger con dicho engendro, aún y llevara la sangre de ambos, aunque
ese comportamiento suyo podría ser egoísta y posesivo pero no quería que la
atención de Eren hacia él desapareciera a causa de un ser que ni siquiera debió
crearse en su cuerpo.
Sin
embargo, la situación en la que se encontraba Levi en esos días, no era nada
prometedora, Irvin solo le dejaba hacer trabajo de oficina ya que para ayudarle
a ocultar su estado había dado la notificación de que en la fallida expedición
de sellar el muro María se había lesionado el tobillo y por ello, ahora se
encontraba en esa aburrida situación de secretario del comandante de la legión
de reconocimiento como único trabajo menos arriesgado y sin volver a poner en
riesgo la vida de esa larva.
Rivaille
suspiró, escuchando la hipótesis de Irvin, al mismo tiempo que sellaba unos
papeles de la posibilidad de que el titán con forma femenina podría tratarse de
alguien con la misma capacidad de Eren y desvariando en si podría formar parte
de la generación de cadetes de Eren mientras Hanji, allí presente, no dejaba de
apoyarlo y al mismo tiempo soñar con la posibilidad de negociar con esa persona
para poder examinar. Por otro lado, Mike, permanecía serio solo asintiendo con
la cabeza, solo aportando alguna palabra en el caso de ser necesario y Levi
solo ocupándose de escuchar mientras su mente estaba ocupada en sus propios
problemas internos.
–
Rivaille, parece que te has vuelto un vago desde que te lesionaste. – Se burló
Zoe risueñamente al escuchar el suspiró del sargento en medio de la reunión.
Levi
no respondió pero eso no evitó mirar molesto a Hanji mientras se levantaba de
su lugar.
– Si,
así lo creen, deberían de ir y hablar con los nuevos miembros para obtener
alguna información relevante de quien podría ser ese titán con apariencia de
mujer, ¿no lo creen?. – Inquirió antes de marcharse de la habitación, irritado
por las palabras de Hanji que parecía no dejar su afición por incomodarlo
aunque últimamente, lo lograba.
–
¡Oh…! Esa es una muy buena idea, Rivaille. – Escuchó decir a Hanji antes de
salir de la habitación donde se estaba llevando a cabo la improvisada reunión.
Rivaille
se llevó una mano al rostro, se sentía agotado a pesar de que no había hecho
ningún ejercicio o trabajado en exceso, siendo su mejor opción ir hasta la
alcoba que ocupaba en el cuartel de Trost aunque sabía que no le sería
permitido el permanecer descansando por mucho tiempo ya que el ocultar su
estado al resto de soldados ocasionaba que no pudiera tomar un respiro lo
suficiente para recuperar sus energías y algún soldado, mensajero o el propio
Irvin aparecía aporreando la puerta de su cuarto en su busca para alguna
nimiedad aunque el comandante solo lo buscaba para asegurarse de que estaba
tomando las vitaminas o recordarle sus citas con el médico, lo cual era molesto
para Levi quien no deseaba estar pasando por esa situación.
Al
llegar a su cuarto, Rivaille tan solo optó por recostarse en la cama, sentía su
cuerpo pesado y era lo único que podía desear en ese momento. El sargento se
quedó mirando el techo una vez se recostó mientras la duda de contarle a Eren
sobre su estado volvía a florecer en su mente.
Inconscientemente,
la mano de Rivaille viajó desde de la colcha hasta su vientre, el cual comenzó
a acariciar mientras buscaba en su mente los por qué no debía contarle sobre su
estado a Jaeger o por qué si debía de decirle que milagrosamente lo había
preñado.
Los
golpes de la puerta lo despertaron, en algún momento, Rivaille se había quedado
dormido siendo despertado tan abruptamente pero antes de poder dar permiso para
que entrara la persona que estaba aporreando la puerta, esta se abrió dejando
ver a Irvin que reflejaba seriedad en su cara.
– ¿Ya
se terminó la reunión?. – Preguntó sin interés mientras se pasaba una mano por
el cabello ya que sabía el por qué Irvin se encontraba ahí, debían de ir a su
revisión semanal con el doctor.
– Hace
dos horas. El viernes iré al viejo cuartel general para preguntar a todos los
nuevos reclutas, incluyendo a Eren. – Smith añadió para ver como Rivaille
volvía ponerle toda la atención.– Tú vendrás también.
– No
creo que sea consecuente el que me presente en ese lugar lleno de mocosos y mucho menos ahora que comienza a notarse. –
Aunque no mostró ningún gesto que indicara lo que sentía, Irvin podía ver los
ojos de Levi más brillantes y deseosos de ir pero, al mismo tiempo, captó como
el sargento apretaba sus puños con fuerza sobre sus piernas al referirse de su
embarazo.
– No
es una opción, Rivaille, es una orden. – Aclaró Irvin con seriedad. – Y apresúrate,
tienes cita con el doctor. Te espero fuera. – Aportó antes de salir de la
habitación de Levi en espera de que este saliera para ir a ver al médico.
El
sargento suspiró para tomarse su tiempo, duchándose y vistiéndose antes de
salir para encontrarse con el rostro serio del comandante que le reprendía por
no haber estado listo cuando llegó pero solo emitió un bufido como único sonido
que cortaría cualquier intento de conversación entre Irvin y él pero, como ya
le era habitual aquellas visitas para controlar el embarazo, no se sorprendió
de que después de la observación el doctor le recetará más pastillas y volviera
a recalcar que tuviera un reposo absoluto antes de salir de la casa para
regresar al cuartel donde cenaría para luego, poder gozar de la calma de su
alcoba.
– Rivaille,
descansa bien. Saldremos al amanecer. – Anunció Irvin al sargento que se limitó
a asentir con la cabeza antes de seguir su camino a la habitación que ocupaba
ya que la cena había terminado mientras que en la mente de Levi no dejaba de
rondar el que todo aquello era molesto.
Rivaille
había detestado esa orden pero allí se encontraba en ese momento, en el
interior del coche tirado por caballos, dirigiéndose hacia el lugar que había acondicionado
en sus meses como niñera de Jaeger para que el comandante de las tropas de
reconocimiento pudiera interrogar a todos los soldados que habían entrado hace
poco y con la desagradable apariencia física que su cuerpo tenía en esos
momento a causa del embarazo. Solo agradecía que no tuviese una hinchada panza
aún pero nada podía evitar el que su barriga comenzara ya a notarse demasiado.
Por ello, se había puesto la caperuza verde de la legión e intentar así, pasar
desapercibido su estado.
– Ya
estamos llegando. – Rompió el silencio Irvin que había mirado un instante por
la ventanilla, dejando a un lado los papeles que había estado leyendo durante
todo el camino. – Hanji y Mike ya habrán reunido a todos los soldados. Deben de
estar esperando nuestra llegada.
Rivaille
no respondió a pesar de haber escuchado al comandante, en espera de llegar al
lugar y ver, después de casi un mes, a Eren, sabía que no podría hablar con él
debido al ajetreo que ocasionaría Irvin pero aún y después de que en la noche
anterior se había decidido a no contarle nada a Jaeger, le molestaba el hecho
de que el adolescente lo viera en ese estado porque debía admitir que le
causaba mal estar las mil y una reacciones que Eren podría tener al saber que
había ocurrido algo tan raro entre ambos.
Los
pensamientos de Levi fueron interrumpidos al sentir que el coche se detenía y
la pequeña puerta se abría mostrando el adoquinado patio del cuartel para
escucharse los gritos eufóricos de Zoe como saludo.
Después
de la ajetreada y escandalosa llegada con la que teniente Hanji había recibido al
comándate Smith y a Rivaille pero aunque comenzaron de inmediato con los
interrogatorios a los soldados, Levi no tomó participación en la tediosa tarea
porque, sencillamente, Irvin le había indicado que al llegar fuera a descansar
a su alcoba en ese viejo edificio.
Rivaille
no se sentía cómodo con toda la situación donde permanecía encerrado en su aposento
con un humor horrible al saber que no podía acercarse a Eren con la libertad
que había gozado antes de la expedición. Ahora, el lugar contaba con demasiados
soldados y parecía que los compañeros de Jaeger no se alejaban del chico titán.
Además, de que Irvin lo mantenía ocupado con redacciones de documentos
inservibles acerca de los interrogatorios que hacían a los soldados en busca de
la identidad del titán femenino.
Por
otro lado, Levi tampoco deseaba encontrarse con Jaeger frente a frente, su
estado físico le otorgaba un período reprochable para él, aunque no fuera un
gran vientre este se apreciaba por lo que para ir a cualquier lugar no dudaba de
poner la caperuza verde de la legión para ocultarla y cuando se había cruzado con
Eren en los corredores del viejo edificio, ni siquiera lo miraba o dirigía la
palabra ya que no sabía cómo abordarlo, siempre había alguien cerca de él que
dificultaba el iniciar un diálogo.
Había
pasado exactamente dos semanas, ya los interrogatorios a todos los soldados
estaban por finalizar e Irvin le había mandado a avisar de que esperara en uno
de los despacho para hacer una leve reunión que suponía debía de ser la información
obtenida después de haber cuestionado a los soldados de la legión de
reconocimiento. Por ello, Levi se encontraba allí, sentado en uno de los sillones
con los brazos cruzados al igual que sus piernas mascullando la poca dedicación
de limpieza que tenía el despacho cuando se abrió la puerta.
–
¡Ah…! ¡Estoy agotada y no he podido hacer algunos estudios a Eren!. – Hanji fue
la primera en entrar a la estancia quejándose de su mala fortuna por tener que
ser parte del personal de interrogatorio.
– Ya
estás aquí, Rivaille. – Y ahí entraba Irvin, seguido de Mike que fue quien
cerró la puerta.– Como estamos todos aquí, comenzaré. – Suspiró con cansancio.
– Como habíamos estado suponiendo el grupo de la generación de Eren, en
especial el soldado Armin Arlert, nos proporcionó compartimientos extraños con
la conducta de apariencia femenina lo que nos tomaría pensar en su
excentricidad y, también, añadió algo acerca del parecido con una compañera en
la cantera de cadetes.
– Y si
ya encontraron algo, ¿a qué se debe está reunión?.– Inquirió Levi molesto
ocasionando que Irvin sonriera.
–
Mañana convocaremos a varios de los soldados, compañeros de Eren, para una interrogación
más exhaustiva antes de proceder a la recreación de un plan ya que todo indica
que ese titán también es un humano disfrazado para poder atraparlo. No
obstante, necesitamos tener a Eren en ese tiempo custodiado y Rivaille, tu eres
el indicado mientras nosotros charlamos con el grupo de compañeros de Eren. –
Acotó llevando una mano a su barbilla. – Te quedarás con Eren en la habitación
contigua para cuando lleguemos a algo en concreto os comunicaremos lo acordado
y si efectivamente, el titán de apariencia femenina está viviendo entre
nosotros y se trata de quien el soldado Armin Arlert cree, la atraparemos. –
Finalizó dando por terminada la reunión.
Levi
se puso en pie del sillón e iba a salir junto a Mike y Hanji pero Irvin lo
detuvo.
–
Rivaille, si vas a decirle lo de tu estado a Eren, este no será el momento.
Necesitamos toda la concentración de Jaeger para poder capturar a la persona
que controlaba a ese titán y descubrir cuáles son sus planes y si nos puede ser
de utilidad para liberar a los humanos de este encierro y poder explorar el
mundo. – Sugirió apoyando su mano en el hombro izquierdo del sargento.– Quizás
no lo vayas a hacer como estoy seguro me vas a decir pero solo quiero que lo
tengas en cuenta, cuando hayamos logrado atrapar a esa persona que tiene la
misma capacidad de Eren, será más adecuado si le vas a revelar tu secreto,
Levi, pero ahora necesitamos a Jaeger sin más preocupaciones que el que nos
ayude a atrapar a esa persona porque lo más probable que si resulta ser la
titán femenina, es el único que puede hacerle frente al convertirse en titán y
no tenemos a nadie más de nuestro lodo para afrontar a un titán que es capaz de
endurecer parte de su cuerpo.– Terminó retirando su mano del hombro del
sargento.
Rivaille
solo lo miró antes de girarse y salir de allí sin decir nada, puesto que Smith
era capaz de leer sus pensamientos antes de siquiera poder decirlo por su boca,
detestaba que ese hombre lo conociera tan bien, incluso, más de lo que parecía
conocerse a sí mismo.
Levi
pasó por la cocina antes de ir a su habitación, aunque ya habían cenado, se le
había abierto el apetito mientras esperaba pero el pensamiento de estar después
de tanto tiempo nuevamente frente al mocoso y lo más posible es que estuvieran
a solas, con la gran probabilidad de que Eren se diera cuenta de su cambio
físico, no eran muy alentadoras ya que si le preguntaba o así alguna alusión a
su peso, no iba a detenerse a buscar alguna excusa a pesar de lo que Irvin le
había dicho, no ocultaría la verdad ni desviaría el tema si Eren le preguntaba
su actual fisionomía aunque evitaría el decirle que era él, el otro padre de
“eso” que gestaba en su vientre.
Sin
embargo, cuando el sargento se acostó en su cama para dormir, no hubiera
pensado que lo lograría de inmediato, sin llegar a tener ningún sueño en medio
de su descaso como había estado teniendo desde que Irvin conoció sobre su
estado y la presión que había estado sintiendo desde ese instante, debido a su
salud y alimentación.
Toda la
mañana parecía ser más silenciosa de lo normal, además, parecía haber miles de
imperfecciones a su alrededor mientras caminaba hasta el comedor a tomar su
desayuno junto al resto de soldados, por lo que no dejó de gruñir en todo el
recorrido mientras recolocaba cuadros, descubría manchas en el suelo o se
percataba de que había colocado cortinas repletas de agujeros.
–
¡Ah…! ¿¡Otra vez la comida está quemada!?. – Lloriqueaba Hanji mientras
Rivaille se acercaba a la mesa para ocupar su lugar y ver en su plato, lo que
suponía era huevos revueltos y arroz.
–
¡Bueno días, Levi!. – Saludó Smith mientras Mike emitió una especie de quejido
en forma de saludo a lo que Rivaille respondió con un gruñido antes de comenzar
a comer.
Los
alimentos terminaron antes de lo que pensaba e Irvin fue hasta la mesa donde se
encontraba Eren con sus amigos para indicarles que los acompañaran mientras los
demás soldados se quedarían haciendo sus tareas en el cuartel.
Hanji,
Mike, Rivaille y algunos oficiales de confianza siguieron a Irvin que iba
acompañado de Eren y sus amigos hasta uno de los tantos despachos. Cuando
llegaron cerraron la puerta y Smith ocupó el asiento detrás de la mesa.
– Os
he pedido que vengáis para hablar nuevamente sobre el titán que apareció
mientras llevábamos a cabo la expedición al exterior para bloquear el hueco que
el titán colosal hizo en el muro María y nos llevó a abortar dicha misión. Algunos
de ustedes os enfrentasteis directamente con dicho titán y quisiéramos volver a
hablar con vosotros. – Comunicó Irvin. – Eren, tú podrías esperar con Rivaille
en la habitación que se preparó para juntas de equipo. – Indicó.
– ¡Sí,
señor!. – Respondió con rapidez Jaeger haciendo el saludo reglamentario.
–
¡Vamos, mocoso!. – Ordenó Levi antes de salir, sin mirar a Eren, de la
habitación pero antes de ir al lugar indicado pasaron para por la cocina donde
preparó té y se llevó consigo unas cuantas galletas.
Al
llegar a la habitación, que más parecía un aula por la cantidad de mesas y
sillas, ocuparon la más cercana a la puerta, donde el sargento se sentó
presidiendo la mesa.
Los
minutos pasaron y Levi ya se había acabado las galletas aunque aún quedaba té en
su taza pero Eren se mostraba nervioso aunque no parecía dispuesto a decir nada
y Rivaille tampoco parecía querer romper el silencio un tanto incómodo aunque,
en más de una ocasión, sus manos viajaron a su vientre donde sentía a la larva
removerse a causa de su inquietud.
– Ha
pasado demasiado tiempo. – Rompió el silencio Levi mas por su incomodidad en su
vientre que por el deseo de querer hablar con Eren. – Ese bastardo nos hace
esperar demasiado con todo esto y así, solo lograremos que la policía militar
llegue antes aquí.– Miró a Jaeger, descubriendo que tenía toda la atención de
Eren en él, por lo que buscó en su cabeza algo que no fuera sobre su estado. –
Quizás, está intentando cagar y la mierda no le sale. – Escupió groseramente
antes de coger la taza de té para beber.
Eren
rió un poco tímido por el comentario tan desagradable del sargento.
–
Sargento… usted… parece tener ganas de hablar, hoy. – Musitó Eren dudoso de lo
que estaba diciendo.
–
Claro, yo soy el que no sabe cerrar la boca. – Dijo fastidiado mirando las
reacciones de Eren que se removía en su asiento con más incomodidad y ya no lo
miraba.
–
Discúlpeme. – Prácticamente susurró, Jaeger. – Si yo no…– Eren no pudo seguir
hablando cuando la puerta se abrió dejando entrar a sus compañeros junto a los
otros oficiales e Irvin.
– Ya
sabemos quién es ese titán de apariencia femenina. – Habló rápidamente Smith
después de cerrar la puerta. – Annie Leonhardt, siendo que forma parte del
cuerpo de la policía militar, no deberíamos de interceder y dejar que ellos se
ocuparan pero esto nos conciernen y ya hemos ideado un plan para poder
atraparla. – Dijo tomando asiento. – Lo llevaremos a cabo el día después de
mañana ya que Eren y yo estamos convocado a ir a la ciudad del interior. –
Comentó antes de explicar el plan completo para poder ejecutar el procedimiento.
El
plan era bastante sencillo, Armin había sido el seleccionado o dispuesto
voluntariamente para ponerse en contacto con Annie y convencerla de que los
ayudara a escapar del lugar para que Eren estuviera a salvo mientras que Jean
Kirschtein se ocuparía de hacerse pasar por Eren, siendo él quien ocupara el
puesto de Jaeger para acompañar a Irvin y Rivaille a la capital para capturar a
la mujer titán. No obstante, teniendo en cuenta la posibilidad de que hiciera
aparecer a su titán, Hanji se encargaría de poner las emboscadas en todas las
posibles vías de escape que tendría para huir y así poder capturarla, si es que
no lograban atraparla cuando aún seguía en su condición humana.
El día
pasó rápido y ya había llegado la mañana, Rivaille tenía la orden de no actuar
debido a su embarazo, los vehículos llegaron antes de lo pensado para llevarlos
a la capital, siendo que Irvin y Rivaille fueran en el mismo carruaje mientras
en el otro estaba el supuesto Eren.
Todo
estaba marchando como se esperaba y aún así, Levi se sentía intranquilo.
Repentinamente, una gran explosión se escuchó, indicando que un titán había
aparecido en la ciudad, los carruajes que se habían detenido al llegar al
destino donde un grupo de la policía militar los había recibido y yacía
sorprendida cuando Jean se quitó la peluca pidiendo a Irvin permiso para entrar
en acción, algo que le fue concedido.
–
¡Maldita sea, Irvin!, ¿qué está pasando?. ¿Qué han sido esas explosiones?. –
Preguntó Dawk furioso.
– ¡Comandante,
su equipo!. – Interrumpió un miembro de la legión de reconocimiento trayendo un
maletín que contenía en su interior el equipo tridimensional de Irvin, el cual
no dudó en ponerse al instante para poder dirigirse hacia donde se encontraba
el titán o titanes.
–
Todos los que puedan moverse, movilícense. Tenemos que atrapar a un titán con apariencia femenina. – Ordenó
Smith.
–
¡Irvin, esto contradice a las leyes del rey!. – Exclamó Nile con voz de
enfadada ya que no le respondía a sus dudas.
–
¿Acaso tu cabeza está vacía?. No tienes la menor idea de lo que sucede. –
Intervino con voz calmada Levi aunque se sentía inquieto.
–
¡Quítate el equipo, Irvin!. – Exigió el comandante de la policía militar
ignorando las palabras de Levi.
– ¡Comandante,
Dawk!, ¡un titán, un titán ha aparecido en medio de la ciudad!. – Exclamó un
miembro de la policía militar.
– ¡Qué
demonios!. – Exclamó Nile sorprendido.
–
Rivaille, quédate aquí. Después de todo, odias las muertes. – Dijo Irvin
aprovechando el momento de distracción de Nile para salir de allí con ayuda de
su equipo tridimensional y dirigirse hasta donde se encontraba el punto de
acción.
–
¡IRVIN!.– Gritó Dawk que se fue del lugar persiguiendo a Smith.
Levi
se quedó solo en el lugar ya que tanto los miembros de la policía militar como
los de la legión de reconocimiento se dirigían hacia donde se encontraba la
titán de aspecto femenino y en ese momento, Rivaille se llevó las manos a su
vientre, justamente, fue el mismo instante en que otra explosión se
escuchó y luego un grito que el sargento
conocía perfectamente.
–
Mocoso, has tardado en hacerlo. – Murmuró con voz apática, Levi mientras se
volvía a subir al carruaje que el cochero había dejado olvidado para dirigirse
a donde se encontraban los dos titanes.
A
medida que Rivaille avanzaba, escuchaba gritos y veía personas escapando
atemorizadas de donde se encontraban los titanes. Pronto llegó a las calles
donde los destrozos, tanto edificios como calles, habían sido víctimas del paso
de los titanes, justo cuando ruidos de un enfrentamiento entre titanes se
escuchaban acompañados de sus gritos.
Cuando
Levi llegó al lugar, se encontró con Eren sosteniendo al titán femenino
mientras los soldados sacaban a la chica del otro titán*.
–
¡Irvin!. – Llamó el sargento a Smith.
– No
debiste venir hasta aquí pero hemos logrado atrapar al titán femenino aunque
quien lo controlaba parece ser que tenía el poder de protegerse, se ha
encerrado para impedir que podamos sacar cualquier información. – Le comunicó
el comandante mientras observaban como sacaban a Annie en la prisión que se
había hecho en forma de una piedra de cristal mientras Eren también dejaba a su
titán.
Rivaille
no dijo nada mientras escuchaba a los soldados gritar o a Irvin dar órdenes,
todo había salido bien pero por alguna razón, aún sentía inquietud.
Aclaración de los términos:
* Es
cierto, que en el anime Eren y Annie en sus formas de titán lucharon e incluso,
Rivaille tuvo que intervenir para que Eren se detuviera pero en el manga no fue
así y quedaba más acorde a la situación de Levi.
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