sábado, 10 de junio de 2017

Ocultando nuestra naturaleza ~ Cap. 18

- Batalla.-

…Calles de La Taza ~ País del Té…

Shisui, Iruka e Idate, junto a otro agente de La Taza, iban en uno de los coches de policías escuchando como la radio informaba, donde daba órdenes o comunicaba el estado de la ciudad.

– Teniente Morino, teniente Morino. – Se escuchó desde la radio que, rápidamente, Idate cogió el trasmisor para poder responder.

– Aquí el Teniente Morino.

– Teniente, hemos recibido la localización del sospechoso. Ha robado una furgoneta de color azul oscuro junto a un grupo de hombre y el dueño del vehículo a indicado que se marcharon dirección suroeste.

– Gracias, Aoi voy para allá de inmediato. – Contestó Idate.

–Teniente, también hemos recibido muchas llamadas telefónicas de personas que en el camping Yorokobi (alegría) están sufriendo un altercado en esa zona, señor. El último informe, ha citado sobre individuos con armas de fuego. – Comunicó la voz de la radio.

– Muy bien, Aoi. – Cortó la comunicación el teniente.

– Señores, ¿creen que puede estar ese tipo involucrado con lo que está pasando en el camping?. – Preguntó Idate mirando hacia atrás, donde estaban sentados los agentes de Konoha.

– No podemos confirmar eso, teniente, pero puede contar con nuestra ayuda para calmar el altercado. – Respondió Iruka con seguridad a lo que Idate preguntó mientras el vehículo se dirigía a ese lugar.

…Camping Suroeste de la ciudad de La Taza ~ País del Té…

Tanto los Hyuugas como los Hebis sacaron sus armas y apuntaron al grupo de Danzou.

– ¡ESPEREN UN MOMENTO!. – Gritó Pain. – Si esto lo están haciendo por la muestra que robó el muchacho, aquí esta. – Dijo sacando el pequeño frasco de su bolsillo para después dejarlo caer al suelo donde el pequeño bote se rompió en miles de pedazos y el líquido fue absorbido por la tierra de la zona ante la atenta mirada de todos.

– Estúpido. – Farfulló Danzou mirando aquello. – No me interesa esa mierda, sólo estoy aquí por él. – Anunció mirando a su hijo y haciendo una señal con su mano donde comenzó un tiroteo.

– ¡CORRED!. – Gritó Tsunade, buscando un lugar donde resguardarse de la lluvia de balas, hasta encontrar refugio detrás de una rulot junto a su nieta y Kakashi.

– Abuela. – Llamó Moegi. – Llegaron antes de lo esperado.

– Lo sé. – Confesó la anciana.

– Tomad. – Entregó el Hatake un arma a cada una. – Utilizadla si es necesaria. – Expresó mientras sacaba otra pistola para él.

– Muy bien, Kakashi. – Cogió el revólver Tsunade. – Por suerte, siempre estás en todo. Por eso me gusta tenerte cerca cuando ocurren estas cosas. – Sonrió la mujer ante la asombrada mirada de su nieta, que no estaba asombrada por la actitud a su abuela en ese instante, a la que siempre tenía como un ser justo, amable y sensible.

…~...

Naruto había sujetado a Sasuke entre sus brazos mientras que el moreno había cerrado los ojos con fuerza. El rubio había activado su don y con su poder al máximo, hacía que todas las balas dirigidas a él rebotaran como si tuviese un escudo protector a su alrededor y el de su pareja.

Cuando el Uchiha abrió los ojos, seguía escuchando los disparos y al mirar hacia su novio vio como su rostro estaba completamente tenso y concentrado, con la mirada fija al frente y algunas gotas de sudor bajaban por su cara.

Sasuke miró a su alrededor, percatándose como la munición revotaban y no llegaba a tocarlos.

– ¿Naruti…tú estás… impidiendo que…las balas nos alcancen? – Preguntó impresionado el Uchiha porque jamás imaginó todo lo que abarcaba el don de su novio y sólo pensaba que era para mover objetos.

Naruto sonrió sin dejar de mirar al frente para no perder la concentración.

– No voy a dejar que mueras aquí. Te prometí que no te dejaría solo, ¿cierto?. – Contestó el hombre de ojos azules.

– ¿Pero cómo puedes hacer un escudo, si eres un quinetico?. – Preguntó Sasuke aun asombrado dejándose guiar por Naruto que comenzaba a dar pasos hacia atrás en busca de un lugar donde refugiarse de los disparos.

– Es cierto que soy un quinetico y no puedo crear un escudo pero si concentro mi habilidad como una fuerza que nos rodeé y empuje todo lo que esté cerca de nosotros saldrá despedido porque lo estoy moviendo cuando intentan impactar contra nosotros. – Sonrió el rubio sintiendo el cansancio en su cuerpo y estrechando a su novio para darse la fuerza necesaria de continuar. – Es la primera vez que uso de esta forma mi don. – Tragó aire antes de proseguir explicándole al elemental. – Sin embargo, esto requiere una gran concentración y esfuerzo, lo que provoca que me agote enseguida, Sasuke, y lamentablemente, mi límite está cerca pero no voy a permitir que salgas dañado, te lo dije. – Reveló a su novio que se sonrojo y se apretó más contra el pecho del rubio mientras seguían caminado.

– Gracias, Naruto. – Murmuró muy bajito antes de mirar hacia dónde se dirigían y ver que había un vehículo para poder refugiarse de los disparos. – Hay un automóvil en el que podemos refugiarnos, sólo son unos cuantos pasos más. – Le informó al Uzumaki viendo como este volvía a sonreír.

– Gracias y te amo, Sasuke. – Dijo el chico de marquitas en la cara.

– Tonto, este no es el momento para eso. – Reprendió el Uchiha con sus mejillas encendidas. – Yo también, te amo. – Contestó en voz muy baja para oír una pequeña carcajada del rubio hasta que llegaron al vehículo donde se ocultaron con rapidez escuchando la agitada respiración del Uzumaki que estaba cansado con los gritos de los heridos y disparos como ruido de fondo.

…~…

Mientras tanto, cerca de donde estaba la pareja en un principio, el cuerpo de Hidan se había vuelto negro y blanco como si imitase a un esqueleto, donde las balas se incrustaban pero no conseguían matarlo. El hombre de ojos violetas reía estruendosamente antes de salir corriendo con una enorme guadaña que cargaba en su espalda y comenzaba arremeter contra los que lo atacaban.

– ¡AHORA CONOCEREÍS EL PODER DE JASHIN-SAMA!. – Gritó Hidan clavando su guadaña en un Hyuuga.

…~…

Detrás de donde había estado Hidan, se encontraba Kakuzu, que igualmente, se encontraba en pie envuelto en una especie de manta color rojizo, sólo era visible sus ojos y que las balas eran incapaces de atravesar.

Kakuzu, seguido por la euforia de su compañero Hidan, comenzó a dar muerte a sus enemigos con su poder.

El manto que envolvía a Kakuzu se desplegó un poco de su cuerpo, formándose en una figura negras con una máscara de animal blanca, aquello que había aparecido de Kakuzu clavaba sus brazos en los atacantes, ocasionándoles la muerte al enemigo.

…~…

Pain, Sasori y Deidara se habían ocultado detrás de una enorme roca para no morir en ese lugar.

– Deidara, tendrás que usar tu poder si queremos salir de aquí con vida. – Indicó Pain viendo como este asentía para coger una piedra del suelo y comenzar a transferirle su energía y convertirla en una bomba, la cual lanzó cuando estuvo lista. El rubio observó como explosionaba donde se encontraba unos miembros de Hebi.

…~…

Danzou veía todo con enfado y observó como su hijo se arrastró para protegerse bajo la auto-caravana en la que había estado cautivo por Suigetsu.

El anciano escuchaba el ruido a su alrededor, los gritos de dolor de sus hombres al ser herido por una bala o el sonido de cuando caían al suelo muertos, al igual que sus enemigos.

…~…
Naruto y Sasuke intentaban aproximarse hasta donde estaba Tsunade, Moegi y Kakashi, quienes eran los más cercanos de donde se encontraba la auto-caravana en la que se había refugiado Sai, para saber si podían encontrar un lugar por el cual huir o por lo menos, Sasuke estuviese a salvo.

…~…

En ese instante de completo caos, apareció la policía que se adentraron con los coches patrullas viendo el enfrentamiento.

Todos los agentes bajaron de los vehículos y se colocaron detrás de ellos para protegerse de los disparos mientras que el teniente cogió el megáfono por el cual habló.

– LES HABLA LA POLICIA DE LA TAZA, DEJEN DE DISPARAR Y COLOQUEN LAS ARMAS EN EL SUELO O PRENDEREMOS FUEGO CONTRA VOZOTROS. – Anunció Idate pero al percatarse que lo ignoraron, continuando con la batalla de disparo, ordenó a sus hombres que comenzaran a disparar contra todos los que allí se encontraban hasta que se rindieran o cesaran los disparos. Aunque esto significara también acabar con la vida de personas inocentes que se encontraban refugiándose del tiroteo.

Los agentes comenzaron a disparar observando como muchos morían al ser alcanzados por las balas.

– Agentes Iruka, Shisui. – Llamó Idate. – Aquel es el hombre que buscan. – Señaló a Danzou. – Al parecer es más problemático de lo que parece. – Dijo apuntando su arma contra el anciano pero antes de que consiguiera presionar el gatillo, un enorme estruendo muy cerca de él le hiso distraerse.

El coche policía que estaba a un lado de ellos, estaba ardiendo y los agentes que se cubrían de los proyectiles estaban heridos de gravedad.

– Mierda. – Farfulló Idate antes de abrir la puerta del vehículo para conseguir acercarse a la radio y pedir ambulancias y refuerzos para después, volver junto a los detectives de Konoha. – Esos cabrones tienen una bazuca o bombas. Será mejor que terminemos esto rápido sino queremos morir, en todos mis años de servicio jamás esperé encontrarme en una situación así. – Añadió Idate observando otra explosión.

Shisui miró a toda la extensión frente de él y a las personas implicadas, viendo a Naruto y Sasuke ocultos entre una roca y una rulot.

– Shisui, debemos acercarnos a Danzou ahora que muchos de los hombres que lo rodean y protegen están muertos, es nuestra oportunidad. – Le habló Iruka captando la atención del moreno. – Teniente, contamos con usted para que cubra la retaguardia. – Se dirigió a  Idate.

– Muy bien, sólo espero que lleven chalecos antibalas. – Aconsejó el oficial de coleta posicionándose en la parte trasera del vehículo, por donde iban a salir los detectives.

– No se preocupe por eso, siempre estamos preparado para estos casos. – Afirmó Shisui mostrando su chaleco bajo su camisa, al igual que Iruka.

Los policías aprovecharon el momento de que ya no hubiese tantas personas disparando para acercarse a Danzou con sigilo y por la espalda del anciano, apuntando su arma.

– Danzou Ne. Detenga esto, suelten las armas y levante las manos, está siendo detenido por el presunto asesinato del presidente del Fuego, Hiruzen Sarutobi, y formar parte de esta batalla. – Ordenó Shisui apuntándolo con su pistola como lo hacía Iruka.

El anciano ante la orden se dio la vuelta y con un gesto de su mano paró, sus hombres dejaron de disparar. Luego, tiró la pistola que tenía en su mano antes de levantar la mano que no sujetaba el bastón pero cuando los agentes se acercaron a él escupió una masa pringosa, espesa y de color amarillo a la cara de Iruka que cayó sobre Shisui. Al recibir el impacto de aquel pringue, Danzou aprovechó la oportunidad para salir corriendo hasta la auto-caravana donde estaba escondido Sai, al que obligó a salir de su escondrijo y ponerse de pie.

– Shisui, ve tras ese maldito. – Pidió Iruka mientras se quitaba aquella viscosidad de su rostro con una mano y volvía a coger su arma con la otra para apuntar a los hombres de Danzou.

Shisui asintió con la cabeza para seguir al anciano que se había introducido en la línea de fuego, con un arma que había cogido del suelo perteneciente a uno de los cadáveres, y disparaba contra Shisui cada vez que se refugiaba, el cual contraatacaba como podía.

…~…

Danzou había conseguido acercarse al vehículo donde estaba escondido su hijo y sin importarle el estado que se encontraba Sai, lo sacó de su escondrijo, obligándolo a permanecer de pie, para ser arrastrado por su padre en la huida.

…~…

Naruto y Sasuke estaban cerca de donde se encontraba Tsunade, Kakashi y Moegi. La pareja estaba esperando el momento oportuno de salir de aquel lugar y acercarse a sus compañeros pero aun se disparaban los Hebis y los Hyuugas acompañados de los disparo de la policía, lo que les dificultaba el poder acercarse a los otros tres.

Además, Naruto aun se encontraba muy fatigado, ya que para poder acercarse a Tsunade y compañía tenía que utilizar su poder para que Sasuke no saliera herido pero la pareja no se percató que Danzou se acercaba a ellos, tirando de un Sai, y disparando al agente que lo seguía para detenerlo.

Cuando sorpresivamente para la pareja, Naruto fue empujado al suelo con fuerza pero al levantar el rubio la vista se encontró con aquel hombre que odiaba, por haber sido el culpable de la muerte de sus padres, se encontraba allí y en un movimiento veloz, tomaba a su novio mientras le apuntaba la cabeza para salir huyendo con él.

…~…
Danzou corrió hasta una rulot mientras se introducía donde los Hebis y Hyuugas aun se estaban disparando con la policía cuando chocó con un rubio que cayó al suelo por el golpe pero lo que le llamó la atención, fue a la persona frente a él.

– ¡Mikoto…! – Susurró Danzou con sorpresa sintiendo que por un instante, el tiempo se detenía.

– ¡DANZOU, DENTENGASE Y ENTREGESE! ¡NO COMPLIQUE MÁS LA CITUACIÓN, DANZOU!. – Gritó Shisui corriendo hacia donde se encontraba el anciano.

Sin pensarlo más y antes de que Sasuke pudiese ayudar a Naruto a levantarse, sintió como tiraban de él para luego, ser apuntado por un arma mientras era arrastrado en medio del campo donde estaban lloviendo balas.

– Me servirás como rehén. – Murmuró con una maliciosa sonrisa Danzou. – ¡Vamos camina!. Ve de frente o te mato a ti y a tu compañero. – Amenazó el anciano con un gesto de cabeza hacia el rubio.

…~…

Sasuke tragó saliva mirando a Sai, quien tenía la cabeza agachada mientras era sujetado de un brazo por el que el anciano tiraba de él. Volvió a mirar a Naruto para comenzar a caminar mientras silenciosas lágrimas salían de sus ojos pero no quería que matara al hombre que ama.

– Perdóname, Naruto, pero no quiero que te mate. – Murmuró Sasuke demasiado bajo para que alguien pudiera oírlo.

– Date prisa, ¡joder!. – Exigió Danzou apuntando el arma en Sasuke para comenzar a correr sin dejar de apuntar al chico.

…~…

– ¡SASUKE!. – Gritó el Uzumaki con desesperación mientras se levantaba del suelo viendo como se iba con ese hombre.

En ese momento, alguien chocó con su cuerpo volviéndolo a tirar al suelo.

– Lo siento. – Se disculpó Shisui levantándose de encima del rubio para poder seguir tras Danzou.

– ¡Espere!. – Llamó Naruto al ver que se le había caído la placa de policía de Konoha al hombre que lo había atropellado. – Es usted policía, ¿cierto?. – Preguntó lo evidente, viendo como el moreno se detenía mientras el rubio le devolvía la placa. – Déjeme ir con usted, uno de los chico es mi novio. Por favor, déjeme ir con usted.– Pidió con desesperación el Uzumaki.

– Lo siento, joven, pero no puedo permitirlo. – Contestó Shisui para poder continuar con la persecución pero fue detenido por un brazo y al girarse vio al rubio que estaba llorando para su sorpresa mientras lo sujetaba.

– Por favor, déjeme ir con usted, mi novio no se encuentra bien y el estar siendo retenido puede provocarle un daño irreparable. – Contó Naruto sin dejar de derramar lágrimas sintiéndose impotente porque sabía que no quería meterse en más líos y ya era suficiente con que lo fueran a interrogar por estar en ese lugar en medio de todo ese alboroto, no deseaba ser arrestado por desacato a la autoridad pero abandonar a Sasuke o no intentar salvarlo de Danzou, le hacía sentir aún peor ante la posibilidad de que le ocurriera algo a él y al bebé. – Por favor, déjeme ir… si al menos me ve, sé que se tranquilizará un poco…

– Esta bien pero no haga nada imprudente. – Aceptó Shisui para comenzar a correr y seguir a Danzou, no muy convencido por lo dicho del rubio pero lo menos que deseaba es que hubiera más muertos o heridos en la zona.

– Gracias, muchas gracias… – Agradeció Naruto al agente sin siquiera importarle el introducirse en la lluvia de balas o el estar agotado por utilizar su don sobrepasando sus límites.

…~…

Danzou había subido por un sendero que conducía a unas antiguas ruinas que bordeaban un acantilado.

– ¡Mierda!. – Soltó el anciano al ver el enorme acantilado y como cruzaba un río bajo este.

Danzou se giró sin importarle que el chicó que había acabado de secuestrar estaba llorando por lo que pudiese pasarle o el estado de su hijo, quien estaba haciendo un sobre esfuerzo para mantenerse de pie.

– ¡DANZOU, TERMINA CON ESTO!. ¡NO TIENES ESCAPATORIA!. – Gritó Shisui que apareció por el único camino que había para salir de ese lugar junto a Naruto.

– ¡Naruta..! – Llamó Sasuke pero al intentar dar un paso hacia el rubio volvió a sentir la boca del arma sobre su cabeza, lo cual lo retuvo para volver a soltarse en llanto por el miedo que sentía.

– No te muevas, gatito. – Le advirtió Danzou en un gruñido.

– Suelta a los chicos Danzou, no hagas esto peor de lo que es. – Le recordó Shisui.

– ¡CALLÁTE!. No soy estúpido y no pienso dejar mi única vía de escape libre hasta haberme marchado de aquí. ¡Déjame irme y no saldrá nadie herido!. – Amenazó Danzou refiriéndose a Sasuke mientras presionaba la pistola en la cabeza del chico.

…~…

Naruto apretó los puños y la mandíbula, mirando como aquel hombre amenazaba y utilizaba a su novio en su propio beneficio. No podía dejar sentir impotencia y furia al ver como Sasuke estaba llorando y no podía mentir, él también tenía miedo de que aquel sujeto le pudiera hacer algo o el que lo matara frente a sus ojos pero no podía hacer nada que le asegurara que si se acercaba Danzou, este no dispararía a Sasuke, sin importándole la vida del Uchiha o la que estaba creciendo en el interior de este.

– No seas un cobarde, Danzou y suéltalo. Cógeme a mí como rehén pero déjalo libre a él, por favor. – Pidió el Uzumaki en un acto impulsado y desesperado por la ansiedad.

– Te crees que soy un tonto, chico. No haré ningún intercambio que pueda aprovechar en mi contra. Además, me gusta más él. – Dijo Danzou para acercarse por detrás de Sasuke y apartando un poco el cabello largo del moreno y lamerle el cuello con descaro. – Es muy lindo y un buen rehén. – Rió el anciano al ver el rostro crispado del rubio.

…~…

El elemental sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo mientras apretaba sus puños después de oír las palabras de aquel hombre que sólo le causaba horror, terror y asco.

…~…

– Chico. – Llamó el detective a Naruto. – No intervengas de esa manera o podrías perder a tu novio. – Le advirtió Shisui viendo como el rubio asentía comprendiendo la situación pero sin dejar de mostrar su cara de enfado. – Escúchame, tengo un plan. – El agente tragó algo de saliva ya que sentía su garganta seca. – Le abriremos paso retrocediendo un poco y cuando esté a nuestro lado nos abalanzaremos hacia él, así podremos liberar a los dos chicos. – Le contó al de ojos azules.

– ¿Y qué ocurrirá si no lo conseguimos o sólo podemos liberar a uno?. Incluso, podría disparar mientras intentamos salvarlos. – Cuestionó el rubio de marcas en el rostro.

– Tú sólo reza porque eso no pase. – Sugirió Shisui viendo como Naruto tragaba saliva con dificultad.
– Está bien. – Murmuró el Uzumaki.

– Bien. – Dijo Shisui antes de volver su vista hacia el anciano. – Está bien, Danzou. No queremos que hagas daño a ninguno de los chicos, te dejaremos pasar. – Habló caminando a un lado del camino para dejarle el pasaje libre y pudiera escapar.

El rubio imitó al policía.

…~…

Danzou sonrió y caminó hacia la salida, confiado de que no intentarían nada para detenerlo y poder huir con una bonificación de extra, Sasuke.

Cuando Danzou estaba acercándose a los otros dos hombres, los miró con superioridad y burla antes de continuar, obligando a los dos chicos a que lo acompañaran.

El anciano no esperó que Shisui y Naruto se abalanzara hacia él empujándolo y alejándolo de los dos chicos morenos. Danzou cayó pero no soltó su arma sino que la apunto hacia Sasuke.

– ¡MALDITOS!. – Gritó disparando su arma antes de que esta cayera demasiado lejos de él, al recibir un disparo en el brazo.

…~…

Shisui al ver lo que iba a hacer Danzou, disparó  en un autoreflejo pero fue demasiado tarde porque el anciano ya había apretado el gatillo del arma que tenía en la mano y el proyectil había abandonado la pistola para dirigirse a su objetivo.

– ¡AH! – Gritó asustado y desgarradoramente Sai ante lo sucedido mientras escuchaba la enloquecida risa de su padre.

…~…

Sasuke había apretado con fuerza los ojos inmovilizado ante el grito del hombre que lo había secuestrado y el miedo de que iba a morir. No obstante, no sintió nada, sólo una calidez que lo rodeaba y le hacía sentir seguro y tranquilo. Hasta que escuchó el horrible grito de Sai y cuando abrió los ojos se encontró con que aquella calidez que lo abrigaba era Naruto. El rubio lo abrazaba protectoramente y aunque la confusión de lo que había pasado seguía en Sasuke, algo había punzado en él, indicándole que no estaba bien aquello.

– ¿Estás bien, Sasuke?. – Preguntó con ternura y una sonrisa el rubio.

– S-Si… – Pronunció el elemental.

– Me alegro… – Respondió Naruto antes de desplomarse al suelo.

Sasuke vio a cámara lenta como su novio caía al suelo y notó como una mancha de sangre comenzaba a formarse en el adoquinado suelo de las antiguas ruinas debajo del cuerpo del hombre de ojos azules.

– ¡NARUTO…! – Gritó desgarradoramente Sasuke.


Aclaración de  los términos:

* Como habéis podido leer en el capi. me he concentrado en la historia principal y no he apuntado a los caídos en medio de este enfrentamiento en el cual han participado todos los grupos pero de que es seguro los hay.

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