- Batalla.-
…Calles de La Taza ~ País del Té…
Shisui,
Iruka e Idate, junto a otro agente de La Taza, iban en uno de los coches de
policías escuchando como la radio informaba, donde daba órdenes o comunicaba el
estado de la ciudad.
–
Teniente Morino, teniente Morino. – Se escuchó desde la radio que, rápidamente,
Idate cogió el trasmisor para poder responder.
– Aquí
el Teniente Morino.
–
Teniente, hemos recibido la localización del sospechoso. Ha robado una
furgoneta de color azul oscuro junto a un grupo de hombre y el dueño del
vehículo a indicado que se marcharon dirección suroeste.
– Gracias,
Aoi voy para allá de inmediato. – Contestó Idate.
–Teniente,
también hemos recibido muchas llamadas telefónicas de personas que en el
camping Yorokobi (alegría) están sufriendo un altercado en esa zona, señor. El
último informe, ha citado sobre individuos con armas de fuego. – Comunicó la
voz de la radio.
– Muy
bien, Aoi. – Cortó la comunicación el teniente.
– Señores,
¿creen que puede estar ese tipo involucrado con lo que está pasando en el
camping?. – Preguntó Idate mirando hacia atrás, donde estaban sentados los
agentes de Konoha.
– No
podemos confirmar eso, teniente, pero puede contar con nuestra ayuda para
calmar el altercado. – Respondió Iruka con seguridad a lo que Idate preguntó mientras
el vehículo se dirigía a ese lugar.
…Camping Suroeste de la ciudad de La Taza ~
País del Té…
Tanto
los Hyuugas como los Hebis sacaron sus armas y apuntaron al grupo de Danzou.
– ¡ESPEREN
UN MOMENTO!. – Gritó Pain. – Si esto lo están haciendo por la muestra que robó
el muchacho, aquí esta. – Dijo sacando el pequeño frasco de su bolsillo para
después dejarlo caer al suelo donde el pequeño bote se rompió en miles de
pedazos y el líquido fue absorbido por la tierra de la zona ante la atenta
mirada de todos.
–
Estúpido. – Farfulló Danzou mirando aquello. – No me interesa esa mierda, sólo
estoy aquí por él. – Anunció mirando a su hijo y haciendo una señal con su mano
donde comenzó un tiroteo.
– ¡CORRED!.
– Gritó Tsunade, buscando un lugar donde resguardarse de la lluvia de balas,
hasta encontrar refugio detrás de una rulot junto a su nieta y Kakashi.
–
Abuela. – Llamó Moegi. – Llegaron antes de lo esperado.
– Lo
sé. – Confesó la anciana.
–
Tomad. – Entregó el Hatake un arma a cada una. – Utilizadla si es necesaria. – Expresó
mientras sacaba otra pistola para él.
– Muy
bien, Kakashi. – Cogió el revólver Tsunade. – Por suerte, siempre estás en todo.
Por eso me gusta tenerte cerca cuando ocurren estas cosas. – Sonrió la mujer
ante la asombrada mirada de su nieta, que no estaba asombrada por la actitud a
su abuela en ese instante, a la que siempre tenía como un ser justo, amable y
sensible.
…~...
Naruto
había sujetado a Sasuke entre sus brazos mientras que el moreno había cerrado los
ojos con fuerza. El rubio había activado su don y con su poder al máximo, hacía
que todas las balas dirigidas a él rebotaran como si tuviese un escudo
protector a su alrededor y el de su pareja.
Cuando
el Uchiha abrió los ojos, seguía escuchando los disparos y al mirar hacia su
novio vio como su rostro estaba completamente tenso y concentrado, con la
mirada fija al frente y algunas gotas de sudor bajaban por su cara.
Sasuke
miró a su alrededor, percatándose como la munición revotaban y no llegaba a
tocarlos.
–
¿Naruti…tú estás… impidiendo que…las balas nos alcancen? – Preguntó
impresionado el Uchiha porque jamás imaginó todo lo que abarcaba el don de su
novio y sólo pensaba que era para mover objetos.
Naruto
sonrió sin dejar de mirar al frente para no perder la concentración.
– No
voy a dejar que mueras aquí. Te prometí que no te dejaría solo, ¿cierto?. –
Contestó el hombre de ojos azules.
–
¿Pero cómo puedes hacer un escudo, si eres un quinetico?. – Preguntó Sasuke aun
asombrado dejándose guiar por Naruto que comenzaba a dar pasos hacia atrás en
busca de un lugar donde refugiarse de los disparos.
– Es cierto
que soy un quinetico y no puedo crear un escudo pero si concentro mi habilidad
como una fuerza que nos rodeé y empuje todo lo que esté cerca de nosotros
saldrá despedido porque lo estoy moviendo cuando intentan impactar contra
nosotros. – Sonrió el rubio sintiendo el cansancio en su cuerpo y estrechando a
su novio para darse la fuerza necesaria de continuar. – Es la primera vez que
uso de esta forma mi don. – Tragó aire antes de proseguir explicándole al
elemental. – Sin embargo, esto requiere una gran concentración y esfuerzo, lo
que provoca que me agote enseguida, Sasuke, y lamentablemente, mi límite está
cerca pero no voy a permitir que salgas dañado, te lo dije. – Reveló a su novio
que se sonrojo y se apretó más contra el pecho del rubio mientras seguían
caminado.
–
Gracias, Naruto. – Murmuró muy bajito antes de mirar hacia dónde se dirigían y
ver que había un vehículo para poder refugiarse de los disparos. – Hay un automóvil
en el que podemos refugiarnos, sólo son unos cuantos pasos más. – Le informó al
Uzumaki viendo como este volvía a sonreír.
–
Gracias y te amo, Sasuke. – Dijo el chico de marquitas en la cara.
–
Tonto, este no es el momento para eso. – Reprendió el Uchiha con sus mejillas
encendidas. – Yo también, te amo. – Contestó en voz muy baja para oír una
pequeña carcajada del rubio hasta que llegaron al vehículo donde se ocultaron
con rapidez escuchando la agitada respiración del Uzumaki que estaba cansado
con los gritos de los heridos y disparos como ruido de fondo.
…~…
Mientras
tanto, cerca de donde estaba la pareja en un principio, el cuerpo de Hidan se
había vuelto negro y blanco como si imitase a un esqueleto, donde las balas se
incrustaban pero no conseguían matarlo. El hombre de ojos violetas reía
estruendosamente antes de salir corriendo con una enorme guadaña que cargaba en
su espalda y comenzaba arremeter contra los que lo atacaban.
– ¡AHORA
CONOCEREÍS EL PODER DE JASHIN-SAMA!. – Gritó Hidan clavando su guadaña en un
Hyuuga.
…~…
Detrás
de donde había estado Hidan, se encontraba Kakuzu, que igualmente, se
encontraba en pie envuelto en una especie de manta color rojizo, sólo era visible
sus ojos y que las balas eran incapaces de atravesar.
Kakuzu,
seguido por la euforia de su compañero Hidan, comenzó a dar muerte a sus
enemigos con su poder.
El
manto que envolvía a Kakuzu se desplegó un poco de su cuerpo, formándose en una
figura negras con una máscara de animal blanca, aquello que había aparecido de
Kakuzu clavaba sus brazos en los atacantes, ocasionándoles la muerte al enemigo.
…~…
Pain,
Sasori y Deidara se habían ocultado detrás de una enorme roca para no morir en
ese lugar.
–
Deidara, tendrás que usar tu poder si queremos salir de aquí con vida. – Indicó
Pain viendo como este asentía para coger una piedra del suelo y comenzar a
transferirle su energía y convertirla en una bomba, la cual lanzó cuando estuvo
lista. El rubio observó como explosionaba donde se encontraba unos miembros de
Hebi.
…~…
Danzou
veía todo con enfado y observó como su hijo se arrastró para protegerse bajo la
auto-caravana en la que había estado cautivo por Suigetsu.
El
anciano escuchaba el ruido a su alrededor, los gritos de dolor de sus hombres
al ser herido por una bala o el sonido de cuando caían al suelo muertos, al
igual que sus enemigos.
…~…
Naruto
y Sasuke intentaban aproximarse hasta donde estaba Tsunade, Moegi y Kakashi, quienes
eran los más cercanos de donde se encontraba la auto-caravana en la que se
había refugiado Sai, para saber si podían encontrar un lugar por el cual huir o
por lo menos, Sasuke estuviese a salvo.
…~…
En ese
instante de completo caos, apareció la policía que se adentraron con los coches
patrullas viendo el enfrentamiento.
Todos
los agentes bajaron de los vehículos y se colocaron detrás de ellos para
protegerse de los disparos mientras que el teniente cogió el megáfono por el
cual habló.
– LES
HABLA LA POLICIA DE
LA TAZA , DEJEN
DE DISPARAR Y COLOQUEN LAS ARMAS EN EL SUELO O PRENDEREMOS FUEGO CONTRA VOZOTROS.
– Anunció Idate pero al percatarse que lo ignoraron, continuando con la batalla
de disparo, ordenó a sus hombres que comenzaran a disparar contra todos los que
allí se encontraban hasta que se rindieran o cesaran los disparos. Aunque esto
significara también acabar con la vida de personas inocentes que se encontraban
refugiándose del tiroteo.
Los
agentes comenzaron a disparar observando como muchos morían al ser alcanzados
por las balas.
–
Agentes Iruka, Shisui. – Llamó Idate. – Aquel es el hombre que buscan. – Señaló
a Danzou. – Al parecer es más problemático de lo que parece. – Dijo apuntando
su arma contra el anciano pero antes de que consiguiera presionar el gatillo,
un enorme estruendo muy cerca de él le hiso distraerse.
El
coche policía que estaba a un lado de ellos, estaba ardiendo y los agentes que
se cubrían de los proyectiles estaban heridos de gravedad.
–
Mierda. – Farfulló Idate antes de abrir la puerta del vehículo para conseguir
acercarse a la radio y pedir ambulancias y refuerzos para después, volver junto
a los detectives de Konoha. – Esos cabrones tienen una bazuca o bombas. Será
mejor que terminemos esto rápido sino queremos morir, en todos mis años de
servicio jamás esperé encontrarme en una situación así. – Añadió Idate observando
otra explosión.
Shisui
miró a toda la extensión frente de él y a las personas implicadas, viendo a
Naruto y Sasuke ocultos entre una roca y una rulot.
–
Shisui, debemos acercarnos a Danzou ahora que muchos de los hombres que lo rodean
y protegen están muertos, es nuestra oportunidad. – Le habló Iruka captando la
atención del moreno. – Teniente, contamos con usted para que cubra la
retaguardia. – Se dirigió a Idate.
– Muy
bien, sólo espero que lleven chalecos antibalas. – Aconsejó el oficial de coleta
posicionándose en la parte trasera del vehículo, por donde iban a salir los
detectives.
– No
se preocupe por eso, siempre estamos preparado para estos casos. – Afirmó
Shisui mostrando su chaleco bajo su camisa, al igual que Iruka.
Los
policías aprovecharon el momento de que ya no hubiese tantas personas
disparando para acercarse a Danzou con sigilo y por la espalda del anciano,
apuntando su arma.
–
Danzou Ne. Detenga esto, suelten las armas y levante las manos, está siendo
detenido por el presunto asesinato del presidente del Fuego, Hiruzen Sarutobi,
y formar parte de esta batalla. – Ordenó Shisui apuntándolo con su pistola como
lo hacía Iruka.
El
anciano ante la orden se dio la vuelta y con un gesto de su mano paró, sus
hombres dejaron de disparar. Luego, tiró la pistola que tenía en su mano antes
de levantar la mano que no sujetaba el bastón pero cuando los agentes se
acercaron a él escupió una masa pringosa, espesa y de color amarillo a la cara
de Iruka que cayó sobre Shisui. Al recibir el impacto de aquel pringue, Danzou
aprovechó la oportunidad para salir corriendo hasta la auto-caravana donde
estaba escondido Sai, al que obligó a salir de su escondrijo y ponerse de pie.
–
Shisui, ve tras ese maldito. – Pidió Iruka mientras se quitaba aquella viscosidad
de su rostro con una mano y volvía a coger su arma con la otra para apuntar a
los hombres de Danzou.
Shisui
asintió con la cabeza para seguir al anciano que se había introducido en la
línea de fuego, con un arma que había cogido del suelo perteneciente a uno de
los cadáveres, y disparaba contra Shisui cada vez que se refugiaba, el cual
contraatacaba como podía.
…~…
Danzou
había conseguido acercarse al vehículo donde estaba escondido su hijo y sin
importarle el estado que se encontraba Sai, lo sacó de su escondrijo,
obligándolo a permanecer de pie, para ser arrastrado por su padre en la huida.
…~…
Naruto
y Sasuke estaban cerca de donde se encontraba Tsunade, Kakashi y Moegi. La
pareja estaba esperando el momento oportuno de salir de aquel lugar y acercarse
a sus compañeros pero aun se disparaban los Hebis y los Hyuugas acompañados de
los disparo de la policía, lo que les dificultaba el poder acercarse a los
otros tres.
Además,
Naruto aun se encontraba muy fatigado, ya que para poder acercarse a Tsunade y compañía
tenía que utilizar su poder para que Sasuke no saliera herido pero la pareja no
se percató que Danzou se acercaba a ellos, tirando de un Sai, y disparando al
agente que lo seguía para detenerlo.
Cuando
sorpresivamente para la pareja, Naruto fue empujado al suelo con fuerza pero al
levantar el rubio la vista se encontró con aquel hombre que odiaba, por haber
sido el culpable de la muerte de sus padres, se encontraba allí y en un
movimiento veloz, tomaba a su novio mientras le apuntaba la cabeza para salir
huyendo con él.
…~…
Danzou
corrió hasta una rulot mientras se introducía donde los Hebis y Hyuugas aun se
estaban disparando con la policía cuando chocó con un rubio que cayó al suelo
por el golpe pero lo que le llamó la atención, fue a la persona frente a él.
–
¡Mikoto…! – Susurró Danzou con sorpresa sintiendo que por un instante, el
tiempo se detenía.
– ¡DANZOU,
DENTENGASE Y ENTREGESE! ¡NO COMPLIQUE MÁS LA CITUACIÓN, DANZOU!. – Gritó Shisui
corriendo hacia donde se encontraba el anciano.
Sin
pensarlo más y antes de que Sasuke pudiese ayudar a Naruto a levantarse, sintió
como tiraban de él para luego, ser apuntado por un arma mientras era arrastrado
en medio del campo donde estaban lloviendo balas.
– Me
servirás como rehén. – Murmuró con una maliciosa sonrisa Danzou. – ¡Vamos
camina!. Ve de frente o te mato a ti y a tu compañero. – Amenazó el anciano con
un gesto de cabeza hacia el rubio.
…~…
Sasuke
tragó saliva mirando a Sai, quien tenía la cabeza agachada mientras era
sujetado de un brazo por el que el anciano tiraba de él. Volvió a mirar a
Naruto para comenzar a caminar mientras silenciosas lágrimas salían de sus ojos
pero no quería que matara al hombre que ama.
–
Perdóname, Naruto, pero no quiero que te mate. – Murmuró Sasuke demasiado bajo
para que alguien pudiera oírlo.
– Date
prisa, ¡joder!. – Exigió Danzou apuntando el arma en Sasuke para comenzar a
correr sin dejar de apuntar al chico.
…~…
– ¡SASUKE!.
– Gritó el Uzumaki con desesperación mientras se levantaba del suelo viendo
como se iba con ese hombre.
En ese
momento, alguien chocó con su cuerpo volviéndolo a tirar al suelo.
– Lo
siento. – Se disculpó Shisui levantándose de encima del rubio para poder seguir
tras Danzou.
–
¡Espere!. – Llamó Naruto al ver que se le había caído la placa de policía de
Konoha al hombre que lo había atropellado. – Es usted policía, ¿cierto?. –
Preguntó lo evidente, viendo como el moreno se detenía mientras el rubio le
devolvía la placa. – Déjeme ir con usted, uno de los chico es mi novio. Por
favor, déjeme ir con usted.– Pidió con desesperación el Uzumaki.
– Lo
siento, joven, pero no puedo permitirlo. – Contestó Shisui para poder continuar
con la persecución pero fue detenido por un brazo y al girarse vio al rubio que
estaba llorando para su sorpresa mientras lo sujetaba.
– Por
favor, déjeme ir con usted, mi novio no se encuentra bien y el estar siendo
retenido puede provocarle un daño irreparable. – Contó Naruto sin dejar de
derramar lágrimas sintiéndose impotente porque sabía que no quería meterse en
más líos y ya era suficiente con que lo fueran a interrogar por estar en ese
lugar en medio de todo ese alboroto, no deseaba ser arrestado por desacato a la
autoridad pero abandonar a Sasuke o no intentar salvarlo de Danzou, le hacía
sentir aún peor ante la posibilidad de que le ocurriera algo a él y al bebé. –
Por favor, déjeme ir… si al menos me ve, sé que se tranquilizará un poco…
– Esta
bien pero no haga nada imprudente. – Aceptó Shisui para comenzar a correr y
seguir a Danzou, no muy convencido por lo dicho del rubio pero lo menos que
deseaba es que hubiera más muertos o heridos en la zona.
–
Gracias, muchas gracias… – Agradeció Naruto al agente sin siquiera importarle
el introducirse en la lluvia de balas o el estar agotado por utilizar su don
sobrepasando sus límites.
…~…
Danzou
había subido por un sendero que conducía a unas antiguas ruinas que bordeaban
un acantilado.
–
¡Mierda!. – Soltó el anciano al ver el enorme acantilado y como cruzaba un río
bajo este.
Danzou
se giró sin importarle que el chicó que había acabado de secuestrar estaba
llorando por lo que pudiese pasarle o el estado de su hijo, quien estaba
haciendo un sobre esfuerzo para mantenerse de pie.
– ¡DANZOU,
TERMINA CON ESTO!. ¡NO TIENES ESCAPATORIA!. – Gritó Shisui que apareció por el
único camino que había para salir de ese lugar junto a Naruto.
–
¡Naruta..! – Llamó Sasuke pero al intentar dar un paso hacia el rubio volvió a
sentir la boca del arma sobre su cabeza, lo cual lo retuvo para volver a
soltarse en llanto por el miedo que sentía.
– No
te muevas, gatito. – Le advirtió Danzou en un gruñido.
–
Suelta a los chicos Danzou, no hagas esto peor de lo que es. – Le recordó
Shisui.
– ¡CALLÁTE!.
No soy estúpido y no pienso dejar mi única vía de escape libre hasta haberme marchado
de aquí. ¡Déjame irme y no saldrá nadie herido!. – Amenazó Danzou refiriéndose
a Sasuke mientras presionaba la pistola en la cabeza del chico.
…~…
Naruto
apretó los puños y la mandíbula, mirando como aquel hombre amenazaba y
utilizaba a su novio en su propio beneficio. No podía dejar sentir impotencia y
furia al ver como Sasuke estaba llorando y no podía mentir, él también tenía
miedo de que aquel sujeto le pudiera hacer algo o el que lo matara frente a sus
ojos pero no podía hacer nada que le asegurara que si se acercaba Danzou, este
no dispararía a Sasuke, sin importándole la vida del Uchiha o la que estaba
creciendo en el interior de este.
– No
seas un cobarde, Danzou y suéltalo. Cógeme a mí como rehén pero déjalo libre a
él, por favor. – Pidió el Uzumaki en un acto impulsado y desesperado por la ansiedad.
– Te
crees que soy un tonto, chico. No haré ningún intercambio que pueda aprovechar
en mi contra. Además, me gusta más él. – Dijo Danzou para acercarse por detrás de
Sasuke y apartando un poco el cabello largo del moreno y lamerle el cuello con
descaro. – Es muy lindo y un buen rehén. – Rió el anciano al ver el rostro
crispado del rubio.
…~…
El
elemental sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo mientras apretaba sus puños
después de oír las palabras de aquel hombre que sólo le causaba horror, terror
y asco.
…~…
–
Chico. – Llamó el detective a Naruto. – No intervengas de esa manera o podrías
perder a tu novio. – Le advirtió Shisui viendo como el rubio asentía
comprendiendo la situación pero sin dejar de mostrar su cara de enfado. – Escúchame,
tengo un plan. – El agente tragó algo de saliva ya que sentía su garganta seca.
– Le abriremos paso retrocediendo un poco y cuando esté a nuestro lado nos
abalanzaremos hacia él, así podremos liberar a los dos chicos. – Le contó al de
ojos azules.
– ¿Y
qué ocurrirá si no lo conseguimos o sólo podemos liberar a uno?. Incluso,
podría disparar mientras intentamos salvarlos. – Cuestionó el rubio de marcas
en el rostro.
– Tú
sólo reza porque eso no pase. – Sugirió Shisui viendo como Naruto tragaba saliva
con dificultad.
– Está
bien. – Murmuró el Uzumaki.
–
Bien. – Dijo Shisui antes de volver su vista hacia el anciano. – Está bien,
Danzou. No queremos que hagas daño a ninguno de los chicos, te dejaremos pasar.
– Habló caminando a un lado del camino para dejarle el pasaje libre y pudiera
escapar.
El
rubio imitó al policía.
…~…
Danzou
sonrió y caminó hacia la salida, confiado de que no intentarían nada para
detenerlo y poder huir con una bonificación de extra, Sasuke.
Cuando
Danzou estaba acercándose a los otros dos hombres, los miró con superioridad y
burla antes de continuar, obligando a los dos chicos a que lo acompañaran.
El
anciano no esperó que Shisui y Naruto se abalanzara hacia él empujándolo y
alejándolo de los dos chicos morenos. Danzou cayó pero no soltó su arma sino
que la apunto hacia Sasuke.
–
¡MALDITOS!. – Gritó disparando su arma antes de que esta cayera demasiado lejos
de él, al recibir un disparo en el brazo.
…~…
Shisui
al ver lo que iba a hacer Danzou, disparó en un autoreflejo pero fue demasiado tarde
porque el anciano ya había apretado el gatillo del arma que tenía en la mano y
el proyectil había abandonado la pistola para dirigirse a su objetivo.
– ¡AH!
– Gritó asustado y desgarradoramente Sai ante lo sucedido mientras escuchaba la
enloquecida risa de su padre.
…~…
Sasuke
había apretado con fuerza los ojos inmovilizado ante el grito del hombre que lo
había secuestrado y el miedo de que iba a morir. No obstante, no sintió nada,
sólo una calidez que lo rodeaba y le hacía sentir seguro y tranquilo. Hasta que
escuchó el horrible grito de Sai y cuando abrió los ojos se encontró con que
aquella calidez que lo abrigaba era Naruto. El rubio lo abrazaba
protectoramente y aunque la confusión de lo que había pasado seguía en Sasuke,
algo había punzado en él, indicándole que no estaba bien aquello.
–
¿Estás bien, Sasuke?. – Preguntó con ternura y una sonrisa el rubio.
– S-Si…
– Pronunció el elemental.
– Me
alegro… – Respondió Naruto antes de desplomarse al suelo.
Sasuke
vio a cámara lenta como su novio caía al suelo y notó como una mancha de sangre
comenzaba a formarse en el adoquinado suelo de las antiguas ruinas debajo del
cuerpo del hombre de ojos azules.
–
¡NARUTO…! – Gritó desgarradoramente Sasuke.
Aclaración de los términos:
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